El desarrollo de nuestra actividad profesional se ha visto modificado con el tiempo. Aquella idea de una botica en donde solo se dispensaba un producto ha evolucionado a una más moderna, en la que el farmacéutico, en calidad de experto en salud, orienta a los clientes de la farmacia en su búsqueda del bienestar, contextualizando las alternativas disponibles para cada usuario.
Creo que aquella famosa frase de «el cliente siempre tiene la razón» que nació como argumento para justificar la necesidad de cuidar al cliente, debería transformarse en «el cliente siempre es mi razón», y es que esa es nuestra realidad. El carácter proactivo del cliente y su capacidad de elegir nos orilla a desarrollar nuevos mecanismos para ir a su encuentro y conseguir ser su punto de referencia en el momento de la compra.
Mucho hemos hablado de la evolución de la farmacia a lo largo de los últimos años y es que la necesidad de cambio ha sido directamente proporcional a la modificación del comportamiento de consumo en las personas. Si bien es cierto, el sector salud funciona de forma distinta al resto de mercados porque el hecho de que las decisiones de compra o de marketing se respaldan en la responsabilidad por el bienestar y las buenas prácticas sanitarias, también ha llevado a cambios en la forma de gestionar el espacio y las promociones.
Comenzar el día con una rutina de ejercicios oxigena la mente y prepara nuestro cuerpo para recibir el día con energía, y aunque para muchos supone un esfuerzo grande dedicar tiempo a practicar algún deporte, se trata de adquirir una rutina a favor de nuestro bienestar.
Por dónde empezar… debería organizar mi tiempo. Hace una semana me pidieron que escribiese este post y gracias a planificar mi tiempo de forma eficiente lo he tenido preparado en tiempo y forma.
Uno de los grandes retos de las oficinas de farmacia es lograr el trabajo en equipo, pero la realidad es que desde la dirección de la farmacia no trabajamos conceptos, procesos y herramientas de RRHH para conseguir este objetivo tan importante para la productividad de la farmacia.
Los productos de parafarmacia son los que nos van a permitir realizar acciones de marketing impactantes de cara al cliente, puesto que no existen restricciones en cuanto a promoción, como en el caso de las EFG o las EFP que son más limitadas. De ahí la importancia de que la farmacia sepa aprovechar al máximo las posibilidades que tiene sobre estos.
La mayoría de las farmacias tienen subcontratada la elaboración y control de su contabilidad a un gestor. No está mal. Pero tampoco puede servirnos de excusa para no conocer nuestra contabilidad. Al menos, saber de qué hablamos.
Todo en la vida son etapas. Al igual que los seres humanos seguimos un ciclo vital, todo en torno al marketing y el comercio sigue un proceso que parte de la necesidad y que según el entorno, el cliente y la gestión va cambiando.
Uno de los apartados más interesantes del marketing es el referido a la promoción de los productos, y es que, casi como si de enamorar se tratara, saber comunicar la esencia de un producto de tal forma que recuerde al cliente su necesidad, resulta un trabajo constante y que requiere de un análisis previo que procure la eficacia del proceso.