El aumento de la rentabilidad de nuestra farmacia es un tema que siempre preocupa desde la gestión, ya que para evolucionar y crecer es necesario potenciar nuestros beneficios y optimizar los costes.
Las farmacias y parafarmacias están entre los negocios que más han crecido en el ámbito digital; por ello, la competencia es intensa y la cantidad de negocios que fracasan alta.
Despedir a un trabajador de la farmacia es una de las decisiones más complicadas en la gestión de los recursos humanos. Esto se debe a que en una pyme se generan relaciones más cercanas; además, no podemos olvidar que nuestros trabajadores suelen tener un trato directo y determinante con los clientes, lo que complica las bajas. Por ello, un despido debe suponer siempre la última opción en nuestra gestión del equipo.
En los últimos tiempos, la oficina de farmacia se ve obligada adaptarse a un nuevo tipo de cliente, que busca una experiencia de compra que resulte satisfactoria, con altas expectativas.
La gestión de la contabilidad de una oficina de farmacia suele ser un quebradero de cabeza para el farmacéutico, pero, ¿es que nos preparan para entender la contabilidad?
Un ritmo de vida más rápido, la falta de tiempo y la proliferación de las ventas online, ha provocado que la oficina de farmacia busque nuevas formas de aumentar su presencia digital, así como de facilitar a su cliente el acceso a sus productos, promociones y servicios.
Tan importante es preocuparse por la gestión de la farmacia a nivel producto, stock y superficie de venta, como lo es asegurarse de que el equipo está bien liderado y motivado. ¿Sabías que de media más del 70% del tiempo que dedicamos al cliente viene de manos de nuestro personal? Una cifra que contrastada con el hecho de que el objetivo esencial de la farmacia es la satisfacción del cliente, resalta la importancia que tiene la retribución para el equipo.
Según Google Trends el término «neuromarketing» ha ido registrando un incremento en el número de búsquedas en Internet a lo largo de los últimos años. El interés ya no es puntual, sino más bien continuado, lo que supone que nos estamos familiarizando con el término e integrándolo cada vez más a nuestras prácticas comerciales.
La preocupación de los profesionales por la especialización y diferenciación en el mercado es cada vez mayor, por lo que procura desarrollar técnicas de gestión que permitan mejorar la rentabilidad de la farmacia.