La Cámara de Comercio Alemana en España, la Asociación Económica Hispano-Suiza, la Cámara de Comercio e Industria Francesa de Barcelona y las patronales de productos sanitarios (Fenin) y de medicamentos (Farmaindustria) han enviado una carta al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en la que hacen hincapié en la necesidad urgente de «poner en marcha medidas concretas para solucionar uno de los problemas que más está deteriorando el posicionamiento de nuestro país en los mercados internacionales y amenazando el futuro de las operaciones comerciales en España: el de la deuda sanitaria».
Según datos facilitados por Farmaindustria, la deuda por suministro de medicamentos a hospitales del Sistema Nacional de Salud a 31 de diciembre de 2011 ascendía a 6.369 millones de euros, según datos de la monitorización trimestral que lleva a cabo Farmaindustria entre sus asociados. Esto supone un incremento del 36% respecto a la deuda con la que se cerró el año 2010.
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, mantuvo una reunión en el Ministerio con el presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, y con su director general, Humberto Arnés. Mato abrió, de este modo, una ronda de contactos con los principales representantes de empresas y profesionales del sector sanitario.
El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, afirmó en rueda de prensa en Santander que el Real Decreto-Ley 9/2011 tendrá un impacto para la industria farmacéutica de 1.850 millones de euros, lo que representa más del 10% de su mercado.
El paquete de medidas aprobado ayer por el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que incluyen la generalización de la prescripción por principio activo para todo el Sistema Nacional de Salud, la modificación del sistema de precios de referencia, la rebaja de un 15% de los medicamentos con más de 10 años sin genérico en el mercado y la creación de un comité de selección para incorporación a la financiación de nuevos medicamentos, conducen a la industria farmacéutica innovadora a una situación límite, estrangulando al sector y apuntillando definitivamente la investigación farmacéutica en España.