Garantizar el acceso a las innovaciones y la sostenibilidad del sistema, objetivo estratégico fundamental de Farmaindustria

Farmaindustria ha celebrado hoy en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid su Asamblea General Ordinaria, durante la cual se han aprobado la memoria anual de actividades y las cuentas de la Asociación del año 2014, así como el presupuesto para el actual ejercicio. En esta ocasión, la Asamblea ha contado con la presencia del secretario general de Sanidad y Consumo, Rubén Moreno, que ha clausurado el acto.

En su intervención, el presidente de la Asociación, Antoni Esteve, ha hecho una revisión de los asuntos más relevantes para el sector ocurridos durante el último año, insistiendo en que uno de los principales retos que la industria farmacéutica tiene por delante es intensificar el espíritu innovador que le caracteriza para no sólo adaptarse, sino tratar de anticiparse a un entorno global tan cambiante como el actual.

Acceso a la innovación
En el transcurso de la Asamblea, se ha destacado el papel primordial que debe desempeñar este sector en la búsqueda y promoción de nuevas fórmulas que garanticen el acceso, presente y futuro, de los pacientes a las innovaciones terapéuticas. «Farmaindustria está trabajando intensamente en impulsar espacios de confianza con las administraciones públicas, tanto a nivel estatal como autonómico, para asegurar un desarrollo equilibrado del mercado que garantice el acceso de los pacientes a los fármacos innovadores que en cada momento y caso necesiten, haciéndolo compatible con la sostenibilidad de las cuentas públicas sanitarias», aseguró el presidente de la Asociación.
Además, se han señalado otros ámbitos de diálogo con las administraciones públicas, que posicionan a la industria farmacéutica como un aliado leal y comprometido con el país y sus ciudadanos, lo cual es clave para preservar un escenario de estabilidad. Un escenario de estabilidad regulatoria y económica que la Asamblea de Farmaindustria considera necesario para que la industria farmacéutica pueda seguir desarrollando su labor como, por lo menos, ha hecho hasta ahora. Esteve ha invitado a la reflexión a las administraciones públicas, ya que en su opinión, «el rol del sector en la recuperación económica del país se considera estratégico desde la industria, pero es muy poco valorado desde el Gobierno».
En este sentido, se ha incidido en la preservación de la unidad de mercado, para evitar que la fragmentación siga suponiendo una debilidad para el sector en términos de competencia, así como una competencia en igualdad de condiciones de los medicamentos de marca a precio de genérico y los genéricos, tratando de acabar, en opinión de Farmaindustria, con la actual discriminación que establece la legislación, incluso a igualdad de precio. Una unidad de mercado que, consideran, tiene que garantizar la necesaria equidad en el acceso de los pacientes españoles a los tratamientos que precisan, independientemente de la comunidad autónoma en la que residan.

Relaciones con otros agentes
En otro orden de cosas, durante la Asamblea se han puesto de manifiesto las fructíferas relaciones de la industria farmacéutica con otros agentes del sector, como los pacientes o los profesionales sanitarios, haciendo especial hincapié en los excelentes vínculos que siempre han unido a la industria y la clase médica, los cuales son sinónimo de valor. «Entre ambos siempre ha habido un entendimiento que ha reportado beneficios mutuos, y así debería seguir siendo», ha afirmado Esteve.
También, respecto a las relaciones con los profesionales sanitarios y las organizaciones sanitarias, la Asamblea ha resaltado que el nuevo Código de Buenas Prácticas de la industria farmacéutica, que entró en vigor en 2014, constituye un motivo de orgullo para el sector, pues es la plasmación del compromiso con los mayores niveles de exigencia ética y de responsabilidad.
Para finalizar, el presidente de Farmaindustria ha reiterado su firme convencimiento en recuperar posiciones perdidas por culpa de la crisis en materia de I+D. En su opinión, «hay que mirar al futuro como una clara e inmejorable oportunidad de crecer y de consolidar un modelo de desarrollo económico más equilibrado y sostenible, basado en la innovación, el talento y el conocimiento para que España pueda beneficiarse de la capacidad de la industria farmacéutica para generar riqueza y crecimiento».

Nueva etapa
Al respecto, ha afirmado que se advierten claros signos que apuntan al inicio de una nueva etapa en la que construir un entorno favorable a la I+D, pero ha insistido en la necesidad de favorecer un tratamiento fiscal más flexible y adecuado a la coyuntura actual, un nivel de propiedad industrial –patentes y marcas– que asegure la protección de la innovación y un sector público biomédico al servicio del progreso terapéutico.
«Hemos de saber transmitir el esfuerzo que como sector realizamos en materia de I+D, y la importancia que para nuestra sociedad tiene la innovación en el ámbito biofarmacéutico, para que pueda ser percibida como una inversión y no como un coste», ha aseverado, haciendo hincapié en que el sector farmacéutico es altamente responsable de la buena calidad del sistema sanitario español, «al que aportamos conocimiento y oportunidades en investigación, promovemos el networking o trabajo en red, e incluso hacemos cuantiosas aportaciones económicas al sistema público a través del Instituto Carlos III».

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