Ahora puede parecer que el largo y tortuoso viaje de las farmacias españolas hasta la asfixiante situación actual es consecuencia de la crisis económica iniciada en 2008, aunque su aparición en este sector pueda considerarse algo más tardía (2010). No cabe duda de que el impacto de la actual crisis financiera sobre la farmacia no es precisamente positivo. Las medidas de control que han tomado los gobiernos (central y autonómicos) han venido a complicar aún más las situación. Ante lo que es una crisis de falta de dinero en el bolsillo, va tomando cuerpo el desmantelamiento del Estado del Bienestar, con el consiguiente traspaso de servicios esenciales desde la esfera pública a intereses privados no siempre transparentes. Medidas como los co-pagos y, sobre todo, los impagos de la factura de medicamentos por parte de las Administraciones públicas están comprometiendo el futuro de muchas farmacias que se encuentran en unos niveles insostenibles de endeudamiento. Algunos informes sugieren que hasta un 15% de las farmacias pueden no ser viables económicamente. También se ha producido un hecho hasta ahora insólito: el cierre definitivo de algunas farmacias por decisión del propio farmacéutico. Y todo apunta a que este fenómeno puede ir en aumento si prosiguen los impagos.
En la financiación de las transacciones atendidas en los últimos meses se han venido consolidando dos conclusiones que ahora están plenamente instaladas, enmarcando toda compra de oficina de farmacia en la que deba intervenir la financiación ajena.
El día 3 de junio de 2013, en Quer (Guadalajara) se firma un convenio pionero entre el Ayuntamiento y los servicios farmacéuticos de la localidad con el fin de llevar a cabo un plan de Ayuda para Mejorar la Adherencia a los Tratamientos (Amat) para pacientes crónicos, empadronados y residentes en el municipio.
Sin ser un medicamento, la cosmética de farmacia, impregnada de prestigio y avalada por un laboratorio, en la mayoría de los casos se ha convertido en objeto de culto para las más fervientes devotas de los cosméticos de última generación.