2013 fue el último año que bajó el gasto en recetas farmacéuticas en Extremadura. Ese ejercicio se facturó 278 millones de euros por dicho concepto, 10 menos que un año antes. Desde entonces no ha hecho más que subir.
El 24 de enero Extremadura aprobará sus presupuestos para este 2020. Serán 6.006 millones de euros, de los cuales 1.745 irán a Sanidad. Es la partida más cuantiosa, y dentro de ella habrá unos 100.000 euros cuyo destino son las 33 farmacias de la región que se encuentran en una situación de viabilidad económica comprometida (VEC).
José María Vergeles repite como consejero de Sanidad y Políticas Sociales en el nuevo gobierno extremeño tras las últimas elecciones autonómicas. Así las cosas, Vergeles ha planteado las estrategias que adoptará su departamento esta legislatura para ahorrar frente al creciente gasto farmacéutico.
Un extremeño pasa por su farmacia 14 veces al año. Es más que lo que suele visitar a su médico de cabecera. Así explicaba el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, el enorme potencial que tienen las 680 apotecas de la región para convertirse en «auténticas ventanas para informar sobre la esclerosis lateral amiotrófica, la ELA y, en la medida de lo posible, poder contribuir a su detección precoz».
Pasa muy a menudo. Más de la mitad de los ciudadanos españoles no acaba su tratamiento médico. Un olvido o desistimiento que causa más de 18.400 muertes al año. En Extremadura, la realidad es muy similar.