El acceso a los medicamentos varía según los modelos de aprobación, financiación e incorporación a los sistemas sanitarios, muchos de ellos complejos. 

España garantiza una cobertura amplia: los medicamentos se financian públicamente, con copago según ingresos en farmacias comunitarias. Este sistema asegura equidad, universalidad y protección financiera; sin embargo, presenta lentitud en la incorporación de nuevos fármacos: su financiación tras la aprobación europea tarda más de 600 días. En contraste, Alemania permite el acceso inmediato tras la autorización, negociando el precio con aseguradoras bajo mecanismos de control. Francia, Italia, Chipre, Croacia y Países Bajos logran plazos más breves. 

España ofrece seguridad y control del gasto en medicamentos con arreglo a su PIB, pero necesita mejorar la sincronización de su financiación

Fuera de Europa, Australia destaca con su Plan de Beneficios Farmacéuticos, que financia medicamentos evaluados por coste-efectividad, con copagos fijos y límite anual. Canadá negocia precios a nivel federal y provincial, con evaluaciones centralizadas. Estados Unidos carece de política nacional de precios: los fármacos son accesibles, pero la cobertura y los precios varían según seguros; además, las farmacias no integradas con las aseguradoras enfrentan dispensaciones con pérdidas debido al poder de estas. 

España ofrece seguridad y control del gasto en medicamentos en relación con su PIB, pero requiere una mayor agilidad en financiación. La innovación debe incorporarse con criterios de seguridad, equidad y oportunidad para lograr un sistema sanitario eficaz. 

Bibliografía: 

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