La oficina de farmacia es una de las salidas más notorias de los recién titulados. Muchos de ellos empiezan por probar y acaban quedándose, como es el caso de Pilar Barral, farmacéutica de Madrid, que ha querido compartir su experiencia con nosotros, junto a Javier Plaza, farmacéutico sustituto en Mazarrón, Murcia.
En plena crisis, las Jornadas se reinventan. ¿La crisis como oportunidad?
Efectivamente, la crisis es una palanca que nos ha hecho virar hacia esta nueva fórmula anual, con la alternancia entre Madrid y Barcelona como sede. Hay que aprovechar el actual maremágnum en el que vive la profesión para conseguir una farmacia útil y viable. Y si hay que reinventarse, reinventémonos.
Empecemos por la pura actualidad. ¿Qué valoración hace de la primera comparecencia de la ministra en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso?
Sinceramente, esperaba una intervención con líneas de actuación más concretas. Pasó de puntillas por varios asuntos, como así ocurrió en el caso de la política farmacéutica.
La ortopedia es una especialidad médica dedicada al arte de prevenir, corregir o evitar las deformidades o traumas del sistema musculoesquelético del cuerpo humano, por medio de cirugía, aparatos (llamado órtosis u ortesis) o ejercicios corporales. Su fin es la mejora de la salud y la calidad de vida del paciente.
La farmacia militar es seguramente una de las salidas menos conocidas dentro de las oportunidades laborales que se ofrecen una vez se han terminado los estudios de farmacia. Antes, cuando el servicio militar era obligatorio, era una posibilidad más presente, pero en la actualidad, ya sea por el escaso número de plazas que se ofrecen o por la profesionalización del ejército, es una oportunidad laboral no muy popular.