Bajo esta premisa, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), en colaboración con el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada (GIAF-UGR) y, en su parte formativa, de la Fundación AstraZeneca, pone en marcha el proyecto LIFAC (Libro de Incidencias en Farmacia Comunitaria), que evaluará, con la participación de farmacéuticos socios de SEFAC, la utilidad de que las farmacias cuenten con un Libro de incidencias en el que registrar estas actuaciones, como factor de mejora de la calidad asistencial e instrumento preventivo que dé seguridad al farmacéutico en materia de responsabilidad profesional.
El proyecto LIFAC no es una iniciativa para detectar y registrar errores relacionados con la medicación, para lo cual ya existen óptimas herramientas. LIFAC abarca todo acontecimiento anómalo en la relación asistencial farmacéutico-paciente. «El registro de estas situaciones favorecerá una práctica profesional más segura, al dejar constancia de qué ocurrió y cómo se afrontó, y servirá como material de consulta para situaciones futuras semejantes, pero lo más importante es que el paciente también se beneficiará de la existencia de un documento en el que figuran los motivos de la atención recibida», indica Pedro Gutiérrez, farmacéutico comunitario en Madrid, secretario de SEFAC y uno de los coordinadores del proyecto.
Curso online
A partir de este 15 de junio y hasta final de año los socios de SEFAC participantes registrarán sus incidencias en un formulario estándar que podrán informatizar a través de www.sefac.org, donde también pueden realizar un curso online voluntario a modo de preparación, sobre conocimientos básicos de bioética, normativa sanitaria, derechos y obligaciones del farmacéutico en su labor asistencial. Para obtener la acreditación solicitada a la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias será indispensable haber superado el examen del curso, registrar un número mínimo de incidencias durante el trabajo de campo y el formulario de valoraciones finales.
El posterior análisis de las incidencias registradas, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, permitirá conocer el grado de uso que ha tenido esta herramienta durante la fase de participación, así como categorizar los principales tipos de incidencias que ocurren en las farmacias y buscar formas de actuar apropiadas para cada situación. Además, el proyecto incluye un formulario de valoración final para medir la aceptación que este Libro de incidencias tendría si se implanta de forma generalizada.
Más allá de sus ventajas profesionales, este estudio «también revelará aquellas ineficiencias del sistema o lagunas normativas que obligan al farmacéutico a tomar decisiones complejas para las que no existe un claro sustento normativo», explica Fernando Abellán, asesor jurídico de SEFAC y también coordinador del proyecto. De ahí que otro objetivo del proyecto LIFAC sea extraer conclusiones que permitan proponer reformas a la Administración para minimizar estas situaciones.
El estudio, cuyos resultados se harán públicos a lo largo del primer semestre de 2012, ha sido clasificado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios como «estudio no clínico ni epidemiológico», y validado por el Comité ético de Investigación Clínica del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, de Granada.