A pesar de que el sistema sanitario catalán está incorporando formaciones en interculturalidad y herramientas para poder brindar una atención integral y de género, las mujeres migrantes que acceden a los servicios de salud continúan encontrando numerosas barreras. El informe de Farmamundi “Culturas y Derechos Sexuales y Reproductivos de las mujeres migradas a Catalunya” fruto de una investigación con mujeres migradas y personal sanitario, identifica tres grandes grupos de dificultades y concluye que el 80% de las profesionales de la salud piden que se refuerce la mediación intercultural.

El primer grupo de barreras es la dificultad idiomática y en la comunicación intercultural. El informe alerta de que existen diferencias en los modelos conversacionales que están impactando en la calidad de la atención sanitaria a mujeres migradas. Como explica Elisabet Llamas Reinero, técnica de Farmamundi y autora del informe, «en las culturas occidentales hablamos de una manera muy directa e individualista, mientras que en otras culturas el modelo es indirecto y colectivista». Esta diferencia provoca malentendidos, «por ejemplo, la manera cómo se interpreta el silencio es muy diferente en según qué culturas: mientras que en muchos lugares es un indicador de respeto, aquí se ve como señal de desinterés».

Otra de las grandes barreras señaladas por la entidad es la escasa presencia y reconocimiento de la figura de las mediadoras interculturales en el sistema de salud catalán. Esta falta de mediación intercultural tiene una relación estrecha con el aumento de las citas que se necesitan por una misma consulta y un incremento de pruebas para realizar los diagnósticos. Asimismo, el no disponer de la mediación tiene un impacto en el proceso de diagnóstico, cura y adherencia al tratamiento, además, de la mejora en la relación y confianza entre profesionales y pacientes.

Por último, la falta de competencia cultural de los y las profesionales de la salud por no disponer de una formación específica tiene como consecuencia la presencia de prejuicios y estereotipos racistas en la atención.

 

Reforzar las redes de salud comunitaria y los circuitos de acceso a la salud

La organización farmacéutica ha presentado un conjunto de propuestas de mejora para el sistema público catalán centradas en la incorporación de la mirada intercultural y de género en los servicios de ginecología y obstetricia.

Las redes de salud comunitaria, que –según el estudio– están poco desarrolladas, podrían ser una de las mejores maneras de acercarse a diferentes colectivos y trabajar conjuntamente el conocimiento mutuo y la confianza. La entidad alerta de que es importante que desde el propio sistema se trabajen los circuitos de acceso en la salud, puesto que a lo largo del estudio se ha evidenciado la confusión que existe respecto a la cobertura sanitaria de las personas migradas, especialmente aquellas que no dispongan de padrón, o de CIF provisional y no definitivo.

 

Desmontando rumores sobre la atención sanitaria a mujeres migradas y racializadas

El informe «Culturas y Derechos Sexuales y Reproductivos de las mujeres migradas a Catalunya» forma parte de una línea de trabajo que la entidad en Cataluña lleva trabajando desde hace seis años a través de talleres de arte etnografía, investigaciones, jornadas y formación para entidades y profesionales.

En el último año, la entidad ha comenzado a trabajar una línea de sensibilización para desmontar rumores y estereotipos sobre el acceso a la salud de las mujeres migradas, así como materiales para que las personas migradas conozcan los circuitos de acceso a la salud. Estos materiales se encuentran en el portal Raisa (en árabe: «mujer conductora y soberana»), y cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y Fundació la Caixa.

 

Ver el informe aquí: http://raisa.dretalasalut.org/download/898/

 

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