Disponer de una sanidad de calidad requiere de una colaboración estrecha entre todos los agentes sanitarios y también entre niveles asistenciales: atención primaria y atención hospitalaria.
La industria farmacéutica necesita en estos momentos un marco de certidumbre y de tranquilidad para seguir trabajando en su contribución al sistema sanitario, tanto desde la perspectiva de sostenibilidad (sector del medicamento genérico) como desde la aportación de nuevas soluciones para nuestros pacientes (sector innovador).