Después de los egipcios, los griegos fueron la otra gran potencia vitivinícola del mundo antiguo, cuidando y cultivando la vid. Su desempeño en mejorar el vino lo llevaban a cabo añadiendo aromas y especias como miel, agua de mar y resina de los pinos. Estos añadidos corregían las deficiencias organolépticas y la acidez del vino.
Canadá y Alemania aún tienen en común ser los principales productores de unos deliciosos vinos cuya elaboración es del todo inusual. Hablamos de los vinos de hielo (icewine o eiswein), un curioso vino de postres lleno de matices y de sorpresas en el paladar.
Bienvenidos a la D.O. Empordà, una zona entre el Mediterráneo y los Pirineos que engloba 1.826 hectáreas y 48 municipios entre dos comarcas y las sierras de las Alberes y de Rodes.