Hidromiel

El hidromiel es una de las primeras bebidas alcohólicas que consumió el hombre y mucha gente lo considera precursor de la cerveza. Se prepara fermentando una mezcla de miel y agua y alcanza una graduación de hasta 15º. Hay referencias históricas desde el 1700 a.C. En Europa lo consumieron griegos, romanos, celtas, normandos, sajones y vikingos.

Pep Bransuela

Pep Bransuela

Farmacéutico y enólogo

En América los mayas lo tomaban mezclado con cortezas de árboles e incluso fue proclamada como la bebida favorita de Julio César. El hidromiel producía un estado de éxtasis parecido al que producen las bebidas alcohólicas de hoy en día, por lo que era considerado un néctar divino.

Para prepararlo se usa agua potable, miel, levaduras de uso enológico para vinos, frutas y hierbas y se recomiendan aditivos para las levaduras. Para el hidromiel afrutado se pueden añadir moras, ciruelas o cualquier fruta de temporada. Para el hidromiel aromatizado se añaden mezclas de hierbas y especias.

Para su elaboración primero se hace la preparación del mosto mezclando el agua con la miel a 60º y filtrándolo posteriormente para eliminar los restos de frutas o hierbas y las partículas en suspensión propias de la miel. Para el siguiente paso se añaden las levaduras y los aditivos de las levaduras al mosto que transforman el azúcar en alcohol. Una vez fermentado el hidromiel se retiran los sedimentos y empieza el proceso de maduración, que consiste en una fermentación más lenta y reposada seguida de una clarificación.

Es energizante, revitalizante, vigorizante, y se le atribuyen propiedades afrodisiacas. Además, al no poseer lípidos no produce resaca ni dolores de cabeza. Marida perfectamente con entrantes, ensaladas y pescados, así como con postres, aportando un suave dulzor muy agradable.

EL NOVIOEl novio perfecto 2015
D.O. Valencia
10º
Precio: 7 €
Este vino blanco semidulce de baja graduación está elaborado con uvas moscatel y viura. Con aromas a melocotón, albaricoque y naranjas confitadas, en boca es suave y frutal, con una acidez marcada por la juventud del vino. La combinación de estas dos uvas le aporta el equilibrio perfecto de acidez y dulzor, maridando perfectamente con pescados blancos, arroces y carnes blancas. Su bajo contenido de alcohol lo hace perfecto para cócteles y entrantes.

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