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El agua, el vino y el mar

El viñedo requiere agua para realizar sus funciones vitales; una de ellas es la función clorofílica que le permite acumular azúcares en la uva. Las plantas pueden obtener agua por osmosis haciéndola llegar desde las raíces o por pequeña absorción a través de sus hojas. Esta agua puede provenir de la lluvia, la nieve, la humedad ambiente, la niebla o el riego.

Pep Bransuela

Pep Bransuela

Farmacéutico y enólogo

La presencia de un curso fluvial cerca de un viñedo atempera el clima en los meses más fríos y es una gran ayuda contra las heladas, y también refresca en los meses en que el calor es más fuerte, además de generar mayor humedad en el ambiente. Sin embargo, la cercanía de un río también tiene factores negativos, como las nieblas que, si se juntan con las altas temperaturas, pueden empeorar el estado fitosanitario.
No podemos olvidar el agua cuando hablamos de los conocidos «vinos submarinos». La idea surge en sus orígenes por el hecho de haber encontrado botellas antiguas (en perfectas condiciones) en los restos de algunos barcos que fueron víctimas de naufragios. Las condiciones que hacen que el mar sea un buen lugar para el envejecimiento son la temperatura y la presión del agua, así como la ausencia de luz y ruido o el movimiento del mar y la salinidad.
De estos «vinos submarinos» se obtiene un producto en el que los aromas secundarios y terciarios predominan frente a los primarios. Estos vinos tienen mayor vida y recorrido, y evolucionan muy lentamente, dando lugar a productos con características de vinos jóvenes y frescos. El vino adquiere un delicioso punto de salinidad y un especial buqué mineral.

marietaMarieta
Precio: 7,50 €
Bodega: Martín Códax
D.O.: Rías Baixas
Vino blanco 100% Albariño con 12º de alcohol. Este fantástico Albariño está fermentado en depósitos de acero inoxidable a temperaturas de entre 16 y 18 ºC. Se interrumpe su fermentación mediante frío, para poder tener una elevada cantidad de azúcares residuales. El resultado es espectacular, ya que tenemos en boca un Albariño semidulce. Tiene un color amarillo con reflejos limón. En nariz es muy intenso, y las frutas blancas como la pera, el melón o la manzana predominan sobre un fondo de cítricos. En boca notamos una cierta punta de burbuja, es fresco e intenso y con unos aromas retronasales de fruta y citíricos. Perfecto para buenos platos de mariscos, arroces, peces con salsas grasas y todo tipo de escabeches.

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