Si no has estado en un búnker tirando de kit de supervivencia durante los últimos 5 años, estás más que familiarizado con el término inteligencia artificial (IA). Si a lo que te suena IA es a un acrónimo de la marca blanca de farmacia, es momento de salir del búnker. La IA se nos ha metido hasta en la cocina y, evidentemente, ha pasado por el cuarto de los niños, terreno que servidora maneja por el hecho de tener dos criaturas y desarrollar mi labor farmacéutica en un barrio con una natalidad ascendente.
Imagínese: padre primerizo más madre con dolor de pechos elevado a una falta de sueño, partido por un tecleo en ChatGPT a las 3 de la mañana buscando hacia qué lado debe dormir el neonato. Ni Kubrick se atrevió a tanto.
La IA no es una amenaza, es una oportunidad. Te voy a enseñar cómo puede ser una aliada de los padres
La IA no es una amenaza, es una oportunidad. Veamos cómo puede ser una aliada para los padres.
• Proloquo2Go: es una app nutrida por IA para personas con dificultad para hablar. No es específica para niños, pero sí que mediante dibujos, emojis y balbuceos ayuda a los niños a que sus abnegados padres los entiendan.
• Popómetro: saca una foto al pañal de tu bebé para que esta app te dé información pormenorizada sobre la salud y bienestar de tu retoño.
• Sacaleches inteligentes: son pequeños, discretos y silenciosos, y cuentan con su app, que nos da información de todas nuestras extracciones. El sufragio femenino fue bueno, pero esto lo es más.
• Asistentes virtuales como agenda: usa tu voz mientras cambias el pañal para indicar citas con pediatras, vacunas, recordatorios para la toma de la vitamina D… Mira, mamá, ¡sin manos!
• ChatGPT para conversar de miedos o salud mental: puedes teclear «ponte en modo psicólogo» y relájate para una sesión de autoayuda. No es un profesional, obvio, pero te puede rescatar en un momento de ansiedad.
En definitiva, la IA ha llegado para quedarse, como Tobi Lütke dijo, «Using AI well is a skill that needs to be carefully learned by… using it a lot».