Medicamentos esenciales, recetas que salvan vidas

La ONG Farmamundi denuncia que 2.000 millones de personas no tienen acceso a los medicamentos y recuerda que la campaña «Esenciales para la vida» reivindica desde el año 2008 que «la salud debe ser un derecho universal inalienable y no un privilegio».

Farmamundi considera que en cuestiones de acceso a la salud se debe priorizar a los países más vulnerables y para ello las sociedades más desarrolladas han de impulsar la obligatoriedad de financiación pública destinada a la salud y garantizar que no se impongan requisitos costosos que imposibiliten este derecho a los países receptores de ayuda. Se debe asegurar una cobertura suficiente de profesionales sanitarios, tecnologías accesibles y fondos necesarios en los sistemas sanitarios. El uso racional de los medicamentos es otro asunto que, en opinión de Farmamundi, hay que abordar, controlando la prescripción excesiva o inadecuada y evitando la mercantilización de la salud y de los medicamentos.

 

La feminización de la pobreza

Según informa la ONG Farmamundi el 70% de los 1.500 millones de personas que viven con un dólar o menos al día son niñas y mujeres, una brecha de género que se sustenta en diferentes desigualdades como que el 70% de los adultos son analfabetos y el 80% de las personas desnutridas sean mujeres o que sólo un 10% de éstas tengan dinero en propiedad. En definitiva, como señala esta ONG, «ser mujer, indígena, sin recursos económicos y vivir en un país que atraviesa una situación de guerra o posguerra es sinónimo de un acceso a la salud limitado o nulo y por ello las mujeres se deben transformar en agentes activos de sus vidas y que dicha autonomía sea un derecho reconocido».

Otro dato a añadir a estos hechos es que la subordinación social de la mujer respecto al hombre, en materia de salud, es patente en muchas de las enfermedades que con mayor frecuencia sufren y que son consecuencia directa de dichos factores: problemas asociados al embarazo, el parto y el posparto; enfermedades de transmisión sexual; la malnutrición; las consecuencias de la violencia o las afecciones respiratorias. Pero la experiencia de trabajo con mujeres en países en desarrollo también demuestra que cada avance que se produce en la situación social de la mujer multiplica por muchos puntos los índices de salud de su familia y su comunidad.

 

Difícil acceso a los medicamentos

Farmamundi también recuerda que existen enfermedades «olvidadas» que causan 8.000 muertes al día –la malaria, el Chagas, la leishmaniasis...– y que todas ellas tienen consecuencias fatales para millones de personas que no tienen acceso geográfico y económico a los medicamentos. Esta ONG farmacéutica considera que una gran proporción de las patologías «ignoradas» podría ser evitada si las personas en riesgo tuviesen acceso a los medicamentos esenciales y por ello cree que hay que definir con claridad qué se considera innovación en materia de medicamentos, promover la autonomía de los países y que éstos puedan mantener sus patentes en función de sus características. También propone que se incentive la investigación, premiando los nuevos descubrimientos farmacológicos en función de la innovación terapéutica que supongan, de manera que el reembolso de las inversiones en I+D no recaiga en el usuario, tal como ocurre con el actual sistema de patentes.

La solución, para Farmamundi, pasa por desvincular la I+D farmacéutica del proceso de patentes y conseguir que los estados entren como actores en el sector: «Si los fondos estatales participan en la I+D, el medicamento podría ser de dominio público, facilitando el acceso a los fármacos a los países empobrecidos».

La campaña «Esenciales para la vida» está financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Generalitat Valenciana, la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID), la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Xunta de Galicia.

 

Cuerno de África

Recientemente Farmamundi ha iniciado varias actuaciones de emergencia en dos campamentos de refugiados en Kenia para paliar la grave crisis alimentaria que afecta a los países del Cuerno de África. El número de cuenta para colaborar en esta emergencia es:

La Caixa 2100/4485/95/0200021721

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