Esta mañana se ha celebrado una mesa debate que, bajo el título de «El farmacéutico ante el nuevo paradigma de salud pública», ha abordado el nuevo rol que puede desempeñar el farmacéutico en este ámbito como profesional más cercano y accesible al ciudadano.

Marta Galipienzo, vicepresidenta del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF), moderadora del encuentro, ha destacado que «las 22.198 farmacias que hay en España constituyen la mayor red de inteligencia sanitaria del país, por la que diariamente pasan 2,3 millones de usuarios, cada uno de ellos una fuente de información».

Antonio Marín Larrea, subdirector de Ordenación Farmacéutica, Estrategias de Prevención y Promoción de la Salud de la Consejería de Salud y Consumo de Andalucía, ha adelantado la intención de aumentar las competencias de salud pública de la red de farmacias de su comunidad autónoma, destacando su capilaridad y su arraigo social y territorial, y ha añadido que «se dan las circunstancias necesarias para que la farmacia comunitaria sea un agente activo de salud pública. No podemos cometer el error de no aprovecharla».

Javier Herradón, presidente del Consejo de Colegios de Castilla y León, se ha referido a «la red de 150 farmacias centinelas de Castilla y León como un sensor social y sanitario capaz de detectar problemas de salud pública». «Gracias a su capacidad de generar información en tiempo real –ha dicho–, ha sido enormemente eficaz durante la pandemia realizando un estudio de seroprevalencia sobre vacunas de COVID. Sin embargo, continúa siendo un recurso sanitario infrautilizado».

Toni Veciana Nogués, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Tarragona, ha insistido en que «la participación del farmacéutico comunitario en tareas de salud pública no es una opción, es una obligación», y ha puesto de ejemplo «la realización de funciones de cribado y detección de COVID en coordinación con la Administración sanitaria, llegando a registrar el diagnóstico en el historial de paciente». «Así se consiguió aliviar a la atención primaria y marcar un punto de inicio para nuevas iniciativas», ha puntualizado. Y, mirando al futuro, ha puesto sobre la mesa «la necesidad de hacer sostenible en el tiempo estos servicios y funciones de salud pública».

Por su parte, Claudio Buenestado, vocal nacional de Titulares del CGCOF, ha recordado que «los farmacéuticos titulares» trabajan desde dentro de la Administración y tienen una versatilidad para desempeñar numerosas funciones de salud pública». Al mismo tiempo, ha demandado que se refuerce el número de efectivos, recordando que «algunas comunidades autónomas tienen unas plantillas de farmacéuticos titulares realmente bajas». También ha reivindicado que «se cumpla el mandato legal y se abra la especialidad de salud pública a otras profesiones sanitarias, como el farmacéutico».

Para terminar, Marta Galipienzo ha resaltado el consenso que existe en la profesión sobre la necesidad de reclamar que los farmacéuticos ejerzan más funciones como agentes activos de salud pública.

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