● Superar el mito de que solo la investigación compleja, y las tecnologías de alto coste, pueden crear empleo y bienestar.
● Adoptar una definición más amplia de innovación para incluir adaptaciones locales y proyectos de investigación socialmente relevantes.
● Establecer un proceso democrático, participativo y responsable en la toma de decisiones para la asignación de financiación de la investigación, libre de conflictos de interés y del dominio de la industria.
● Basar la toma de decisiones en la opinión de expertos independientes de los intereses comerciales, y con representación equilibrada de intereses.
● Asegurar que los resultados de la investigación financiada con fondos públicos sean de acceso abierto a toda la sociedad.
La Comisión Europea dio a conocer la propuesta de presupuesto en el que se prevé un gran impulso para el próximo programa de la UE en financiación para la investigación. Este nuevo programa espera contar con un presupuesto de unos 100.000 millones de euros, aproximadamente el doble que el actual programa puesto en marcha hasta 2013. Pero los firmantes de la carta consideran que el aumento de un presupuesto y la elaboración de una buena estrategia política son dos cosas diferentes y por ello en ella denuncian que los programas de investigación que únicamente dan prioridad a los beneficios y al aumento de cuota de mercado son incapaces de responder a los desafíos sociales y ambientales a los que se enfrenta Europa, precisamente porque estos desafíos requieren alternativas a los modelos de desarrollo económico basados en un alto crecimiento continuado y una alta rentabilidad.
Se recuerda también en la carta que abordar adecuadamente la injusticia social, económica y ecológica, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la escasez de recursos, la necesidad de avanzar hacia una sociedad baja en carbono, los problemas de salud pública, etc., requiere un cambio significativo de los actuales programas europeos de I+D, y, por ello, ahora más que nunca la investigación pública y la innovación son necesarias para crear conocimientos y soluciones tangibles a los desafíos que se enfrenta Europa.