La SEFAC apuesta por una integración y participación efectiva del farmacéutico en el SNS

¿Pueden permitirse Administración y sociedad el 'lujo' de desaprovechar el potencial del farmacéutico comunitario? ¿Debe este profesional asumir nuevas responsabilidades? Cuestiones así han cobrado mayor relevancia tras el cambio de paradigma al que asiste el sistema sanitario, con una necesidad urgente de optimizar recursos que aseguren su sostenibilidad y con la capacidad del farmacéutico comunitario para asumir nuevas funciones como un campo todavía por explotar. En este sentido, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) quiere dar un paso adelante con la elaboración, con el patrocinio de STADA, del libro Un sanitario por descubrir. Situación actual y perspectivas de futuro del farmacéutico comunitario: propuestas para su integración real en el sistema sanitario, cuya presentación tuvo lugar durante el acto conmemorativo del décimo aniversario de esta Sociedad, celebrado el 23 de noviembre en la Real Academia Nacional de Farmacia (el mismo lugar en el que se constituyó en 2001).

 

Reflexión profunda

Un sanitario por descubrir es una reflexión profunda del camino recorrido y por recorrer del farmacéutico comunitario en el Sistema Nacional de Salud (SNS) basándose en sus posibilidades, responsabilidades y límites. Sus contenidos presentan una fotografía de la situación actual e incluyen propuestas concretas para sacar más partido a este profesional. Lejos de ser una simple declaración de intenciones, este trabajo elaborado por la Comisión de Bioética de SEFAC debe ser visto como «una sugerencia hecha con conocimiento de causa que se presenta en el momento más adecuado para ello», tal como recordó Vicente Javier Baixauli, vicepresidente de SEFAC y uno de los autores de este trabajo, durante la presentación de esta obra en la sede madrileña de la RANF.

La primera parte de este trabajo refleja un detallado resumen de aquellos servicios profesionales (como el seguimiento farmacoterapéutico, pruebas rápidas del VIH, sistemas personalizados de dosificación, pruebas de cáncer de colon, etc.) que se están afianzando en las farmacias comunitarias y que siguen demostrando el papel del farmacéutico como agente de salud. Un nuevo abanico de prestaciones sanitarias que avalarían el reconocimiento y establecimiento generalizado de nuevas funciones a este profesional en beneficio de la población. Sin embargo, Un sanitario por descubrir refleja la existencia de diversos obstáculos con los que choca esta onda expansiva competencial del farmacéutico, entre los que destacan las reticencias que todavía muestran Administraciones y otros profesionales sanitarios en colaborar con él. Esta falta de confianza es posiblemente el factor clave que explica por qué no se puede hablar a día de hoy de una integración efectiva del farmacéutico en el SNS.

 

X_ANIVERSARIO_SEFAC_vista_general_salonHoja de ruta

La 'hoja de ruta' que señala esta obra para conseguir dicha integración parte, en primera instancia, por su progresiva inclusión como un miembro más de los equipos sanitarios de cada área de salud. En este sentido, sus propuestas pasan por el desarrollo de una estrategia en la que los farmacéuticos estén perfecta y precisamente coordinados con el resto de profesionales de su área sanitaria: a través de su asistencia a las reuniones y sesiones clínicas de su centro de salud, con un intercambio fluido de información, formando parte activa de aquellas campañas sanitarias que se realicen en su zona, etc. Con el fin de mejorar esta integración, el texto realiza una serie de propuestas detalladas de las distintas actividades que trata.

De este trabajo de la Comisión de Bioética de SEFAC se desprende la gran potencialidad del farmacéutico como agente de salud que, en gran parte, es desconocida para la población y no tenida en cuenta en su justa medida por parte de la Administración sanitaria. Lejos de limitarse a identificar los problemas, este libro habla en positivo y mira de frente al futuro, poniendo negro sobre blanco, de forma clara y con ejemplos, el papel que juega y puede jugar el farmacéutico comunitario en el SNS y de su importante rol como integrante activo de los equipos sanitarios.

 

Principales conclusiones del libro Un sanitario por descubrir

Del contenido de este trabajo de la Comisión de Bioética de SEFAC pueden extraerse las siguientes conclusiones principales:

● La profesión farmacéutica ha evolucionado hasta adquirir un mayor protagonismo en el ámbito asistencial. En ello ha tenido mucho que ver la atención farmacéutica,entendida como una nueva forma de comprender la profesión. No obstante, este hecho reclama un nuevo escenario de actuación en el que se reformulen las funciones de los distintos agentes sanitarios y su forma de colaborar.

● Las relaciones entre los profesionales sanitarios no siempre han estado bien definidas, lo que ha dado lugar a discrepancias y roces entre ellos, con el consiguiente perjuicio de los pacientes. Uno de los retos para este siglo XXI es la verdadera integración de todos los agentes que tienen a su cargo el cuidado de la salud en un auténtico equipo en el que sus conocimientos y habilidades se complementen de forma armónica.

● El farmacéutico comunitario no está acostumbrado a trabajar en un equipo multidisciplinar de salud, ya que hasta ahora no han formado parte de manera habitual de estos equipos (salvo contadas ocasiones basadas en la voluntariedad e iniciativa propia entre médico y farmacéutico). Por tanto, no se puede hablar de una integración real de este profesional sanitario en el equipo de atención primaria. La Administración tampoco promueve iniciativas en este sentido, ni suele utilizar o contar con la red de oficinas de farmacia como un recurso sanitario más.

● La colaboración entre médicos y farmacéuticos a través de sus sociedades científicas sí viene produciéndose desde hace años con muy buenos resultados. No obstante, siguen siendo experiencias puntuales que no ocultan que queda mucho camino por recorrer. Sería conveniente que las sociedades científicas farmacéuticas sean capaces de establecer acuerdos institucionales de carácter estable con sociedades científicas médicas. Con ello, y con la necesaria complicidad y apoyo de las Administraciones, sí se lograría introducir al farmacéutico comunitario en los equipos de atención primaria.

● La morbi-mortalidad relacionada con el uso de medicamentos constituye un verdadero problema de salud pública. Para tratar de dar solución a este problema se propone la implantación generalizada del servicio denominado 'seguimiento farmacoterapéutico', en el que farmacéutico y paciente adquieren un compromiso mutuo con el fin de obtener los mayores beneficios de su medicación. Para su deseable generalización es fundamental que la Administración sanitaria facilite su puesta en marcha (incluyéndolo en la cartera de servicios de los conciertos, con su correspondiente asignación económica) y que los propios farmacéuticos informen a los pacientes sobre los beneficios del mismo.

● Los medicamentos no están exentos de plantear problemas de efectividad y seguridad, lo que debe impulsar la colaboración de las farmacias comunitarias en la realización de ensayos clínicos, estudios de farmacovigilancia y estudios postautorización observacionales de interés para la salud pública. En este sentido, el modelo más eficiente de entender la investigación en farmacia comunitaria consiste en que la universidad u otras entidades científicas diseñen los proyectos de investigación, y luego la farmacia comunitaria, en estrecha colaboración con aquéllas, los realicen.

● La educación para la salud es una actividad inherente a la farmacia comunitaria. Sin embargo, hace falta considerar al farmacéutico comunitario como un verdadero agente sanitario más (y no como un mero difusor) a la hora de diseñar e implicarse en campañas sanitarias, del mismo modo que es esencial mandar mensajes unitarios desde todos los estamentos sanitarios (centros de salud, farmacias, etc.). En este contexto, el papel de una sociedad científica como SEFAC es fundamental para consensuar protocolos de actuación y unificar mensajes con otras sociedades y con la Administración.

● Es necesario ampliar y mejorar los servicios de la farmacia al ciudadano del siglo XXI. La nueva Ley General de Salud Pública hace una alusión genérica a la cooperación que pueden realizar las farmacias en este ámbito. Ello requerirá un desarrollo normativo por parte de la Administración que bien puede guiarse por el conjunto de propuestas que se recogen en este trabajo en el ámbito de la prevención u promoción de la salud mediante el concurso del farmacéutico comunitario.

● Se debe actualizar la Ley 16/1997, de regulación de los servicios de las oficinas de farmacia y, en su caso, la Ley 29/2006 sobre garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, para incorporar nuevos servicios como los que se contemplan en este libro, de manera que las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas tengan un marco jurídico más amplio y reforzado para asumirlos.

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