El programa pionero de detección del VIH a través de test rápidos que se lleva a cabo en farmacias del País Vasco desde 2009, ha permitido identificar 267 casos positivos en sus doce años de vigencia. En el periodo comprendido entre marzo de 2009 y septiembre de 2021 se han realizado un total de 30.653 test rápidos. La prevalencia del total de resultados positivos en el conjunto del periodo es del 0,9% (267).

El programa, promovido por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco con la colaboración de los Colegios de Farmacéuticos (COF) de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, está disponible en 60 farmacias vascas: 9 en Álava, 32 en Bizkaia y 19 en Gipuzkoa. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 ha afectado a este programa, en el que se venían realizando más de 2.000 pruebas al año. De hecho, en 2020 y en 2021, la cifra se ha reducido aproximadamente a la mitad.

Además, el impacto en la atención presencial de todo el sistema sanitario también ha alcanzado a las farmacias, que en este periodo han priorizado otros servicios que no implicaban contacto directo con el usuario. Posiblemente las restricciones en actos festivos y en el ocio nocturno también han podido condicionar un menor número de prácticas de riesgo y, por tanto, reducir la demanda del test.

Según los datos contabilizados hasta septiembre de 2021, los test realizados en este año experimentan una tendencia a la baja siendo un total de 758 (114 en Álava, 256 en Gipuzkoa y 388 en Bizkaia). El número de positivos detectados en farmacias vascas de enero a septiembre incluido es de 4.

Perfil de usuario

Por otro lado, en cuanto al perfil de los usuarios que demandan el test, se mantienen los datos observados otros años. El 23% de las personas que acuden a las farmacias a realizarse la prueba son HSH (hombres que han tenido sexo con otros hombres), el 43% hombres heterosexuales (HTX) y el 25% mujeres. Asimismo, como se viene observando en años anteriores, los resultados positivos corresponden mayoritariamente al colectivo de HSH (58,6%).

La rapidez del resultado y la accesibilidad son los aspectos más valorados por las personas para acudir a una farmacia a realizarse al test, seguidos del anonimato del mismo y la seguridad y confianza que aporta la farmacia.

Actualmente, en las farmacias vascas se utiliza el test de cuarta generación que, además de los anticuerpos que produce el organismo humano en respuesta a la infección, identifica los antígenos del propio virus, lo que en algunos casos podría permitir detectar antes una posible infección. Aun así, para que el resultado tenga la máxima fiabilidad debe respetarse un periodo ventana para realizar el test de 3 meses desde la última práctica de riesgo. Si se hace así, un resultado negativo tiene una sensibilidad del 100% (no se presentan falsos negativos).

En el caso de obtener un resultado positivo, es necesario derivar al usuario para realizar un test de confirmación.

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