La asociación Farmacéuticos con Iniciativa celebró una mesa coloquio titulada «Farmacia comunitaria y atención primaria: comunicación y colaboración para abordar los retos del futuro inmediato», con el objetivo de ofrecer soluciones y establecer una hoja de ruta para que exista más colaboración entre farmacéuticos y médicos en atención primaria.

El evento, al que asistieron más de 100 farmacéuticos comunitarios, médicos y farmacéuticos de atención primaria, contó con la participación de Pilar Bohóquez, médico de familia y directora del centro de salud Esperanza Macarena; Ingrid Ferrer, farmacéutica de atención primaria; Amalia García-Delgado, farmacéutica comunitaria en Sevilla y presidenta de SEFAC Andalucía, y Macarena Pérez, farmacéutica comunitaria en Sevilla y miembro de Farmacéuticos con Iniciativa.

Abrió el encuentro Pilar Bohóquez, quien habló de su propia experiencia como médico en atención primaria, resaltando que es necesario «optimizar el tiempo de consulta del médico de familia, ya que nos encontramos desbordados y no es eficaz ni para nosotros ni para los propios pacientes». Por ello, propuso que «se incluya al farmacéutico dentro de este sistema con herramientas como es la prescripción farmacéutica», así podrán atender patologías o sintomatologías menores «y que ocupan la mayor parte de las consultas. Algo que nos impide centrarnos en pacientes que realmente necesitan mayor tiempo de dedicación».

En esta misma línea, Amalia García-Delgado resaltó que «hay que dar un paso más en la evolución del profesional farmacéutico e introducirlo en roles más asistenciales, aunque ello conlleve una formación adicional, ya que puede dar una respuesta más amplia a lo que el sistema sanitario necesita hoy en día en España».

Por su parte, Ingrid Ferrer hizo hincapié en la necesidad de «compartir con los farmacéuticos la información que manejan los distintos profesionales porque eso facilita que el flujo de trabajo sea más rápido y eficaz». Añadió a ello que esto sirve también para que «el farmacéutico se sume a todas las campañas de uso racional del medicamento y aspectos de seguridad de los mismos y trabajar así por un mismo objetivo».

Por último, Macarena Pérez hizo un repaso de todos los procesos y cosas pendientes que hay que solucionar para que esa comunicación y colaboración entre médicos y farmacéuticos sea eficaz. «Es fundamental –dijo– tener herramientas de comunicación bidireccionales con el centro de salud para dar una respuesta óptima a los pacientes y también mejorar la adherencia de los medicamentos».

También Pérez resaltó la necesidad de implicar a todos los profesionales de la salud. «Los farmacéuticos comunitarios –afirmó– somos un recurso sanitario formado por más de 50.000 profesionales en España dispuestos a trabajar y colaborar y que no se puede desaprovechar», para así evitar que «el sistema sanitario no se quede en la situación en la que se encuentra ahora: colapsado y sin recursos».

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