Ayer se celebró en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid la jornada 40 aniversario de la aprobación del Real Decreto de Especialidades Farmacéuticas: El camino del Farmacéutico Especialista de Laboratorio Clínico, organizada conjuntamente por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y la Asociación Española del Laboratorio Clínico (AEFA). En ella se repasaron los orígenes y evolución de esta especialidad farmacéutica, así como sus retos de futuro.

Con la aprobación del Real Decreto de Especialidades Farmacéuticas, en octubre de 1982, la farmacia se equiparaba otras profesiones sanitarias, como la medicina, y daba un paso importante para situarse en la vanguardia de nuestro sistema sanitario, como avala la convocatoria para 2023 de 51 plazas FIR de esta especialidad.

Durante la presentación del acto, la vocal nacional de Farmacéuticos de Analistas Clínicos del CGCOF, Pilar Marí Claramonte, recordó que el reconocimiento de esta especialidad «nos abrió el camino a la excelencia y gracias a muchos farmacéuticos de laboratorio clínico anónimos se ha convertido en un éxito colectivo».

A continuación, Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, hizo un recorrido por la historia y la relación entre la farmacia y los análisis clínicos y posteriormente, se celebró la mesa redonda «Conversaciones sobre la intrahistoria de la obtención del título de especialista de farmacéuticos analistas, retos actuales y futuros de la profesión», en la que participaron Ramón Goya Ramos, expresidente de AEFA; Carlos Gomez Cangas-Argüelles, ex vocal nacional de Analistas Clínicos; Miriam Martínez Villanueva, vicepresidenta de AEFA; y Fernando Calvo Boyero, farmacéutico especialista en Bioquímica Clínica del Hospital 12 de Octubre. El debate estuvo moderado por Clara Martínez Gaite, miembro de la Junta Directiva de AEFA, quien destacó que «la especialidad de laboratorio clínico es un pilar fundamental del sistema sanitario, y de la salud de las personas. No en vano, el 70% de las decisiones que se toman en la prestación de servicios sanitarios dependen de nuestro trabajo».

A través de un vídeo, se contó con la participación de Federico Mayor Zaragoza, farmacéutico y ex ministro de Educación y Ciencia en 1982, cuando se aprobó el Real Decreto, quien afirmó que la «profesión farmacéutica cuenta una acreditada formación y capacitación para acceder a esta especialidad» y animó a los farmacéuticos de laboratorio clínico a «ser capaces de pensar lo que otros no piensan».

Por último, en la mesa «La especialización farmacéutica en laboratorio clínico» se ha abordado la visión de esta modalidad de ejercicio desde tres visiones distintas: sociedades científicas, Organización Farmacéutica Colegial y Ministerio de Sanidad.

Antonio Rider, presidente de AEFA, centró su intervención tanto en la evolución como el futuro de la especialidad: «Han pasado 40 años en los que se han producido grandes cambios, entre ellos, un enorme desarrollo tecnológico y profesional, unido a los avances científicos sobre el desarrollo de las ómicas y la medicina de precisión basada en la biología molecular, entre otros aspectos; así como la creación de equipos multidisciplinares». Para añadir a continuación que «tenemos por delante proyectos y retos comunes para cuya resolución y determinación de sus efectos sobre la salud de los pacientes es fundamental la unificación de las especialidades de análisis clínico y bioquímica clínica».

Por su parte, Jesús Aguilar, presidente del CGCOF, reconoció que el «trabajo de todos los farmacéuticos especialistas en laboratorio clínico marca el camino a seguir por toda la profesión; y avala que una mayor presencia e integración del farmacéutico en el sistema sanitario es buena para todos: para nuestra profesión, para el resto de las profesiones sanitarias y, por supuesto, para todos los ciudadanos».

Cerró el acto, la directora general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Cecilia Gómez González, quien insistió en que «la aprobación del Real Decreto 589/2022, que regula la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud, abre un nuevo tiempo y posibilidades en ámbitos como la capacitación específica, la reglamentación de criterios mínimos para la creación de nuevas especialidades, la fusión de las especialidades de análisis clínicos y bioquímica; o la regulación de las convocatorias anuales que determinará el número de plazas ofertadas».

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