El presidente de COEXFAR, Cecilio Venegas, alertaba sobre el peligro de que se puedan deteriorar las condiciones laborales o de que, directamente, se puedan destruir puestos de trabajo en el sector. «Nuestra principal preocupación es el empleo. En las pequeñas oficinas de farmacia nos tememos que los contratos no se renueven o que, si eran a tiempo completo, pasen a tiempo parcial». Según Cecilio Venegas, de ese 25% de reducción de ingresos, el 20% se debería al efecto disuasorio de la medida, por lo que el pensionista ha recurrido al botiquín que tenía en casa, y el 5% restante a la tarifa que abona el usuario.
Según COEXFAR, otro efecto del nuevo sistema de prestación es que de aquí a enero crecerá el número de farmacias que necesitan una subvención para obtener al menos unos 850 euros al mes y poder seguir abiertas en el medio rural. Ahora, unas 35 reciben esta ayuda y en los próximos meses podrían ser unas 68. A estas consecuencias del copago habrá que añadir la desfinanciación de 417 medicamentos a partir del mes de septiembre.
Acotar el gasto farmacéutico
Por otra parte, recientemente se supo que el Servicio Extremeño de Salud (SES) destina 292,6 euros por persona y año a medicamentos. A 1 de enero, el censo de habitantes de la región era de algo más de 1.087.000, por lo que la cifra que dedica el SES a gasto farmacéutico supera los 317 millones de euros. Una cantidad elevada, según el consejero de Salud, Luis Alfonso Hernández Carrón, quien señala que la media española es de 230,8 euros y la de territorios con población tan envejecida como la extremeña es de 249 euros. Es decir, 44 euros menos que los que se abonan en Extremadura. Para la Consejería, el envejecimiento de la población no justifica esos 317 millones de euros y «el objetivo es ahorrar esos 44 euros por persona y año», en palabras de Hernández Carrón, lo que vendrían a ser unos 47 millones de euros menos. Estos son los números que han manejado la Consejería y los colegios de médicos extremeños, que han acordado reunirse de nuevo en septiembre, mes en el que se podrían tomar importantes decisiones para llegar a ese ahorro. Si el envejecimiento no es el motivo de por qué Extremadura es la que gasta más en farmacia, algunas posibilidades que se barajan podrían ser que haya médicos hiperprescriptores, pacientes hiperfrecuentadores de las consultas y un abuso de los medicamentos más caros. Algunas medidas previstas para reducir este gasto son mejorar la prescripción, un control mensual de los niveles de recetas o cruzar datos respecto a los profesionales que incurran en la hiperprescripción.