Analizar y cuantificar los resultados de la cartera de servicios, una prioridad

"Es importante tener una cartera de servicios avalada que dé seguridad a los usuarios". Así lo afirmó David Elvira, economista de la Salud y profesor asociado de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, durante la mesa redonda "¿Es sostenible la actual prestación farmacéutica? La innovación como respuesta", celebrada el martes en Infarma Barcelona 2015. Elvira destacó como uno de los grandes retos pendientes "la fidelización del paciente" que el farmacéutico debe conseguir gracias a su mayor accesibilidad y cercanía en el sistema de salud y su capacidad de aportar una visión holística del paciente. En lo mismo coincidieron el resto de ponentes de la mesa, moderada por Joan Calduch, tesorero del COF de Barcelona, que se mostraron a favor de un nuevo modelo de prestación farmacéutica que debe incorporar una cartera de servicios avalados.

Analizar y cuantificar los resultados de la cartera de servicios, una prioridad
Analizar y cuantificar los resultados de la cartera de servicios, una prioridad

Elvira añadió que "lo que está pasando hoy en la farmacia no es un problema de sostenibilidad, sino de solvencia", y describió como "obsoleto un sistema en el que nos paguen sólo por la dispensación de medicamentos" al tiempo que expresó la necesidad para el sector de "dar valor más allá de la dispensación del medicamento".
Núria Más, profesora de Economía de IESE, recordó los principales indicadores que actualmente muestran la necesidad de avanzar hacia un nuevo modelo de prestación. "Las necesidades –dijo– están cambiando, y la respuesta también ha de cambiar". En esta línea propuso tomar medidas para afrontar los retos que se presentan como el envejecimiento de la población, con la carga económica que supone, y las necesidades asistenciales que genera. "Se calcula –señaló Mas– que un 80% del gasto sanitario va dedicado a personas con enfermedades crónicas, la mayoría personas mayores de 70 años", por lo que es necesario ser más eficientes, ya que "un 30% del gasto sanitario no se traduce en medidas que mejoren la salud".
En este sentido, los ponentes coincidieron en la necesidad de analizar y cuantificar los resultados de la cartera de servicios y el ahorro o ventajas que puede suponer al sistema de salud. "Necesitamos datos para valorar qué se está haciendo y saber qué podemos hacer de otra manera", apuntó Más. "La Administración no va a destinar más dinero a este sector si no es consciente de que se genera un ahorro", opinó Joaquim Triadú, vicepresidente del Centro Sector Público-Sector Privado de IESE.

Generar cambios
Para avanzar hacia este nuevo modelo, Nuria Mas estableció diversos pasos que el sector debe seguir, entre ellos analizar y medir para obtener datos que muestren la eficiencia de un nuevo modelo de prestación farmacéutica y orientar nuevas medidas. Con este objetivo, añadió, también se deben identificar "historias de éxito" que puedan ser compartidas y aplicadas y fomentar una sanidad basada en el valor a través de prestar cuidados adecuados e integrados. Mas también propuso incentivar a los médicos para iniciar nuevas formas de atención al paciente y promover una cultura de la salud con un enfoque más global.
Por su parte, Elvira advirtió que no siempre se debe hablar de financiación pública y defendió la idea de introducir otras vías de financiación privada, en las que puedan participar empresas, como por ejemplo aseguradoras, o el propio paciente, que puede estar dispuesto a pagar por determinados servicios. Sin embargo, no se mostró a favor de modalidades de pago de riesgo compartido. "En el ámbito hospitalario –dijo– se están introduciendo, en el caso de medicamentos innovadores, sistemas de pago de riesgo compartido", pero aseguró que esto no hará el sistema más solvente, "ya que estamos pagando por un riesgo que no existe".
Joaquim Triadú alabó nuestro sistema sanitario al tiempo que advirtió que en estos momentos de crisis económica todo está en ebullición para favorecer los cambios. Se mostró, sin embargo, crítico con las medidas cortoplacistas y reclamó afrontar los problemas de fondo para establecer un programa económico que prevea el gasto sanitario y farmacéutico en una población que cada vez estará más envejecida y añadió que basar las políticas en el PIB es un "reduccionismo".
Triadú se manifestó partidario de la creación de un contrato programa con medidas adaptadas a la actual pirámide de población y de impulsar la colaboración público-privada. Por su parte, David Elvira destacó la importancia de "trabajar con la Administración en la gestión de los recursos, compartir información y reformar el sistema de pago". Para Núria Más el cambio "lo tenemos que hacer entre todos e incorporar ideas nuevas. Si no, no avanzaremos".

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