Jordi Casas: «La farmacia se está convirtiendo en un referente del sector digitalizado»

Entrevista con Jordi Casas Sánchez, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona y presidente de Infarma Barcelona 2023

https://youtu.be/EMLhMv9OFqE

Jordi Casas está convencido de que Infarma Barcelona 2023 va a ser un éxito de participación y de que va a seguir siendo un motor para que el sector avance. Y es así, en parte, gracias a la alternancia Madrid-Barcelona en la organización, que posibilita que «cada uno de los dos coorganizadores aporte su granito de arena diferencial para ir innovando y evolucionando el encuentro».

 

—En su opinión, ¿cuáles son los temas más destacados de Infarma 2023?

—Como siempre, lo que hace Infarma es abordar los temas de actualidad. En estos momentos venimos de una pandemia, quizá la mayor pandemia del último siglo, por lo cual vamos a abordar lo que ha sido la consolidación del farmacéutico como agente de salud pública y su papel en la prevención de la enfermedad. Por otro lado, trataremos todo lo que son temas de actualidad y aplicación a la normativa y legislación farmacéutica, donde entrarían asuntos como la atención domiciliaria, la digitalización, etc. Por último, destacaría todo lo relacionado con la continuidad asistencial y la comunicación e integración entre ámbitos asistenciales, especialmente con atención primaria y farmacia hospitalaria. Sin olvidar que Infarma no deja de ser un encuentro que tiene su vertiente congresual y su vertiente salón, donde estará presente toda la industria farmacéutica y proveedores de servicios para la oficina de farmacia.

—Infarma ya ha superado tres décadas de existencia. ¿Qué valoración hace de la evolución de este encuentro a lo largo de los años?

—Infarma se ha desarrollado de forma paralela a la evolución del sector. Hace ya tres décadas que comenzó, inicialmente como Interfarma, y poco a poco fue evolucionando, incluso se cambió la ubicación del congreso. Más tarde nació esta unión junto con el Colegio de Farmacéuticos de Madrid en cuanto a organización y alternancia del congreso, y sin duda hemos visto cómo ha ido creciendo, cómo se ha ido desarrollando, implementando todo tipo de innovaciones, lo cual ha ido de la mano del crecimiento del sector.

Jordi Casas: «La farmacia se está convirtiendo en un referente del sector digitalizado»

 

—¿Habrá alguna sorpresa en esta nueva edición?

—Las sorpresas se revelarán cuando llegue el momento porque, si no, dejarían de serlo. Sí puedo anunciar que tendremos novedades. Infarma es un congreso vivo y como tal hay que irse adaptando. En este sentido, incorporamos la figura del congresista virtual, que es fundamental; hoy en día no se entendería un congreso sin una modalidad híbrida. Por otro lado, tendremos una conferencia de clausura y otras cosas que irán viniendo, y que espero que disfruten en su momento todos los asistentes y congresistas.

—¿Qué diferencia Infarma Barcelona de Infarma Madrid? ¿Se aprecia la «mano» de cada colegio en la organización o se limita a un simple cambio de ubicación?

—Hay alguna diferencia indudable. Los colegios de Madrid y Barcelona vamos de la mano y nos ayudamos; los comités organizadores científicos están formados por miembros de ambos colegios, pero al final es verdad que no solo se trata de un simple cambio de ubicación. La propia ubicación implica que algunos aspectos sean diferentes, pero también es cierto que se nota la mano de cada colegio. Por otra parte hay que destacar que, de la misma manera que cuando la edición se celebra en Madrid, el Colegio de Barcelona aporta muchísimo y nos sentimos bastante escuchados, al final el anfitrión, el Colegio de Barcelona, por proximidad y por instalaciones, aporta un toque diferencial. Creo que esto también es parte de la gracia de esta alternancia, que no simplemente supone un cambio de sede sino que también hace que, de alguna manera, cada uno de los dos coorganizadores aporte su granito de arena diferencial para ir innovando y evolucionando el encuentro.

La alternancia hace que, de alguna manera, cada uno de los dos coorganizadores aporte su granito de arena diferencial para ir innovando y evolucionando el encuentro

 

—Infarma reúne a farmacéuticos de todo el territorio nacional. ¿Colaboran de alguna manera los otros colegios oficiales?

—Sí, es fundamental. Sin la colaboración de los otros colegios Infarma no sería lo que es. Está claro que esta iniciativa nació y actualmente está coorganizada por los colegios de Barcelona y Madrid, pero es fundamental la implicación y participación de los otros colegios, con su presencia y difusión, e intentamos hacerlos partícipes en la medida de lo posible. Sin ir más lejos, este año vamos a potenciar el proyecto de «Iniciativas de éxito», que ya arrancó en la edición anterior, pero este año queremos que tenga un papel fundamental. Para eso ya hemos convocado a los diferentes colegios para que participen en la medida de lo posible.

—El Colegio de Farmacéuticos de Madrid cambió su Junta hace casi un año. ¿Cómo son las relaciones con la nueva Junta? ¿Están trabajando en nuevos proyectos conjuntos?

—Sí, cambió hace poco, pero las relaciones son excelentes. Desde el cambio hemos continuado trabajando. Además de Infarma tenemos Ágora como pilar del proyecto formativo, y estamos en constante comunicación para poder sacar adelante otras iniciativas conjuntas. Como hace relativamente poco tiempo que la Junta de Madrid tomó posesión, aún no se ha materializado ninguno de estos proyectos, pero es posible que en un futuro cercano podamos, además de evolucionar Infarma y Ágora, anunciar otros proyectos comunes.

—¿Qué temas le ocupan/preocupan en estos momentos como presidente del COF de Barcelona? ¿Cuáles son los temas prioritarios para el Colegio en 2023?

—Obviamente, todo lo que es la actualidad nos preocupa. Por un lado, tenemos el tema de los desabastecimientos. Se trata de un tema que va a más. Por desgracia, parece ser que ha venido para quedarse, es algo que tendremos que abordar de madera transversal y creo que el colegio tiene que desempeñar un papel fundamental en este proceso. Por otro lado, nos preocupa todo lo que atañe a la actualización de las normativas. La Ley de Ordenación de la Comunidad de Madrid ha dado el disparo de salida a otras posibles leyes de ordenación que puedan seguir. Por último, nos interesa el día a día. Los colegios tenemos que continuar buscando una excelencia profesional. Esto implica todo lo que es el programa formativo, todo lo que tiene que ver con potenciar el desarrollo de los farmacéuticos de todos los ámbitos, la continuidad asistencial, la comunicación entre farmacéuticos de diferentes ámbitos, etc. Como decía antes, también debemos potenciar el papel del farmacéutico. Pienso que la pandemia nos ha dado la oportunidad de visibilizar algunas funciones del farmacéutico que quizá de otra manera hubiera sido más difícil que llegaran a la sociedad.

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—La Ley de Farmacia de la Comunidad de Madrid recientemente aprobada incorpora algunas novedades destacadas (atención farmacéutica domiciliaria, sección de Nutrición, indicación farmacéutica de medicamentos que no requieren prescripción…). ¿Qué lectura se hace desde Cataluña? ¿Es necesario un cambio normativo en esta comunidad?

—Pienso que las leyes están para cumplir el objetivo de adaptarse a las necesidades sociales. Nosotros tenemos una Ley de Ordenación de principios de la década de 1990 que en su momento fue pionera. Desde entonces han pasado muchos años y la sociedad ha cambiado muchísimo; en todo ese tiempo hemos asistido al boom de la digitalización y hemos atravesado una pandemia. Está claro que las leyes se tienen que revisar. Seguramente, la ley de la Comunidad de Madrid ha sido quizás el pistoletazo de salida y puedan seguir otras más, pero no creo que la necesidad de actualizar la ley sea consecuencia de que otras comunidades lo hagan. Nosotros la tenemos que revisar, algo que estamos haciendo con el Departamento de Salud, pero también es cierto que sacar adelante una ley no es un procedimiento sencillo, sino un trámite parlamentario que tiene sus plazos; no sé cuándo será posible su renovación. En cualquier caso, existen algunos elementos de la realidad del sector farmacéutico que no están contemplados simplemente porque hace 30 o 40 años no existían, como la atención domiciliaria, el uso de herramientas telemáticas o la digitalización. Nosotros hemos ido evolucionando, sacando adaptaciones, instrucciones y convenios que nos han permitido adaptarnos, pero en algún momento habrá que revisar la Ley de Ordenación e incluir todas estas evoluciones en un documento normativo.

—La digitalización es un objetivo siempre presente en la farmacia. En este sentido, parece que la plataforma Farmaserveis va a tener un papel importante, sobre todo cuando se implemente para los pacientes. ¿Nos puede avanzar algo en este sentido?

—Farmaserveis nace como una necesidad de cara al papel del farmacéutico ante el usuario. Por un lado, tenemos que diferenciar lo que sería la prestación farmacéutica, prestación entendida como dispensación de medicamentos con todo lo que ello conlleva: seguimiento, indicación, etc. La prestación farmacéutica prácticamente se ha digitalizado en su totalidad. Todavía falta implementar el despliegue de la receta electrónica, tenemos el talonario de estupefacientes electrónico, la factura electrónica, etc. Pero queda todo lo que afecta a la relación con el paciente como usuario de aquellos servicios o actividades farmacéuticas no directamente relacionados con el medicamento: registro de actividad, parámetros biométricos, etc. Este es el hueco que viene a cubrir Farmaserveis, que es la plataforma de registro de la actividad farmacéutica. En estos momentos se encuentra en la primera etapa, lo que sería back office, de manera que solo el farmacéutico puede acceder a esta plataforma para consultar datos, registros, etc. Es una herramienta muy útil para potenciar la red de farmacias, y este 2023 debería superar esa barrera para que toda esa actividad que estamos registrando llegue al usuario. Ello implicaría poder acceder a sus datos y a su historial. Para este año tenemos previsto el lanzamiento de una app para que el propio usuario pueda consultar todos aquellos datos que se han ido registrando en la farmacia. Al final, tanto lo que sería la receta electrónica y la digitalización de la prestación farmacéutica como la app de Farmaserveis deben llevarse a cabo con la visión que aquí hemos llamado «farmacia libre de papeles», consistente en el proceso de digitalizar todos aquellos trámites que en la farmacia se habían hecho históricamente con papel. En la mayoría de las farmacias, cuando alguien va a tomarse la presión arterial, le dan una cartulina que, en el mejor de los casos, acaba en la lavadora. Farmaserveis tiene que ser esa herramienta que tenga el farmacéutico para comunicarse de manera digital con un usuario que exige cada vez más el uso de este tipo de herramientas tecnológicas.

—Continuando con el tema digital, ¿cómo va a afectar a las farmacias el proyecto de la Generalitat de Catalunya «La meva cartera»?

—Es una pieza más de este puzle de digitalización de toda la actividad sanitaria, en este caso incluso administrativa, sanitaria y del sector farmacéutico. No debemos olvidar que el lanzamiento de «La meva cartera» se hizo de la mano de las farmacias, ya que, como red de farmacias, se decidió que era el punto ideal para llevar a cabo el despliegue. Porque en estos momentos lo que hay en «La meva cartera» es la tarjeta sanitaria, y el lugar donde puede leerse esa tarjeta a través de la app son las farmacias catalanas. De hecho, incluso estuvimos en la rueda de prensa de su lanzamiento. Se trata de una pieza más, y tenemos que seguir profundizando en todo lo que sea digitalización, en todo lo que ayude a que las farmacias puedan estar presentes, bien sea a través de herramientas propias o ayudando al despliegue de herramientas que podamos utilizar. Ya sucedió en el despliegue e implementación de «La meva salut», que es la app del sistema sanitario catalán. Muchos usuarios, sobre todo de edad avanzada, recurrieron a la farmacia para pedir ayuda para descargarla, conseguir credenciales, pedir cita de vacunación, etc. Por todo ello, creo que la farmacia se está convirtiendo en un referente del sector digitalizado.

—La integración del farmacéutico comunitario en el sistema sanitario sigue siendo un reto pendiente. ¿Cómo ve el futuro en este sentido?

—La integración del farmacéutico ha sido una de las apuestas estratégicas de la Junta que me acompaña en el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona. No me cansaré de decir que la función del farmacéutico tiene que ser integrada dentro del sistema sanitario, y lo mismo para la red de farmacias. Hay mucho camino por recorrer todavía, pero debido a la pandemia se han podido dar unos pasos que, quizá de otra manera, no se hubieran dado o se hubiera tardado mucho más en darlos. Como mínimo, hemos demostrado que este papel integrado puede aportar mucho valor al sistema sanitario. De hecho, hace unos meses el Servicio Catalán de Salud hizo una encuesta a la ciudadanía, en la cual nosotros no intervenimos, y precisamente el ítem mejor valorado fue la colaboración de las farmacias con los centros de atención primaria en todo lo relacionado con el seguimiento de casos de COVID, el famoso programa de test de antígenos. Creo que es precisamente la propia ciudadanía la que pide esta integración, y en este sentido estamos trabajando. Queda mucho por hacer, pero, como mínimo, ahora todo el mundo, incluso la Administración, ve la necesidad de seguir por este camino, y me alegro de que así se vea. Hablando de sorpresas, también es posible que este 2023 nos traiga buenas noticias en este sentido.

La función del farmacéutico tiene que ser integrada dentro del sistema sanitario

 

—¿Desea comentar algún otro aspecto que no se haya abordado en esta entrevista?

—Me gustaría añadir que 2023 va a ser un año muy motivador desde el punto de vista del desarrollo profesional del farmacéutico. Por suerte, parece que la pandemia nos va a dar un respiro, de modo que podremos incidir en todas aquellas iniciativas que teníamos a medio implementar. En cuanto a Infarma, hace cuatro años que no se celebra una edición en Barcelona a causa de la pandemia y, por los datos preliminares que disponemos, esta edición va a ser un récord de participación tanto en expositores, metros cuadrados contratados, asistentes y congresistas como por la calidad de las mesas de actualidad y sesiones, con lo cual no me queda más que invitar a todo el mundo del sector a que en marzo nos veamos en Infarma.

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