Una salida que me ha llamado mucho la atención ha sido la de especialista en dispensación de metadona. Conocí a Tesy a través de LinkedIn y me llamó mucho su posición laboral, ya que desconocía que en España hubiera tal especialización. La conozco en el extranjero y casos muy interesantes de farmacias que se convierten en «clínicas dispensadoras» o farmacias que «emprenden» creando programas informáticos basados en la mejora y control de la dispensación de metadonas.

Tesy Al es farmacéutica, licenciada por la Universidad de Valencia en 2011 y, como no llegó a tiempo para apuntarse a una conocida academia de preparación para el FIR, puesto que ya se había pasado el plazo, se apuntó a la bolsa de trabajo de empleo público de la Generalitat. «Ese mismo verano me llamaron para cubrir el mes de vacaciones de la farmacéutica que trabaja en el centro de dispensación de metadona. Evidentemente, dije que sí. Y así he estado hasta día de hoy haciendo sustituciones (a la par que me he estado preparando el FIR)».
Además, Tesy tiene un blog: 'Y esto, ¿para qué sirve?' (http://para-que-sirve.blogspot.com.es/) en el que habla de temas farmacológicos, explicando a la gente «de a pie» y de una manera clara la importancia de seguir las pautas de medicación, cómo actúan ciertos medicamentos y, sobre todo, la importancia de la no automedicación.

¿Qué es lo que se hace en un centro de dispensación de metadona?
Nos lo explica la misma Tesy Al: «En el centro diluimos la metadona y la preparamos para después dosificarla en botes unidosis y entregar a las UCA (unidades de conductas adictivas), donde los pacientes van a recoger su medicación. Las UCA son los centros donde los pacientes tienen a su médico psiquiatra y donde se trata la drogodependencia en régimen ambulatorio; algunas de ellas dispensan metadona, siempre enviada desde nuestro centro, ya en botes rellenados con la dosis que cada paciente necesita, etiquetados con el nombre del paciente, fecha de envasado de la metadona, fecha de caducidad y fecha de administración (se envían 7 botes por paciente, uno por cada día de la semana, ya que la toman diaria), el/la enfermero/a que haya procede a dispensar la metadona cuando el paciente va a recogerla. Para saber la dosis de cada paciente tenemos las fichas de todos ellos con las dosis necesarias, pautadas en miligramos por el psiquiatra; la metadona se dosifica en volumen, por lo que debemos hacer el paso a mililitros para poder dosificar correctamente la dosis que el psiquiatra pauta. Evidentemente, siempre que haya una modificación de dosis, una baja o un alta de un paciente, o un traslado a otra UCA, ya sea de la misma comunidad o de otra, se nos ha de informar para poder hacer la corrección necesaria. Para ello, y puesto que la metadona es un estupefaciente y han de estar debidamente grabadas todas las entradas y salidas de metadona, poseemos dos programas informáticos, uno para poder imprimir las etiquetas de cada paciente y que las fechas de envasado, de administración y de caducidad sean correctas; y otro para dejar constancia de las dosis de cada paciente, altas, bajas, cambios de UCA o de CCAA, modificaciones de dosis...»

Esta claro que a Tesy Al le gusta su trabajo. Ella misma prosigue, añadiendo más detalles: «También se calcula la metadona que necesitan los hospitales en los que hay casetas. En Valencia hay tres hospitales en los que existen unas casetas desde donde se dispensa también la metadona; en este caso no se les envían los botes dosificados y etiquetados como en el caso de las UCA, sino que, al principio de la mañana, con los listados de pacientes donde tenemos la dosis de cada uno (en este caso las fichas de los pacientes que van a recoger no las tenemos nosotros, sino cada caseta), se calcula cuanta dosis va a necesitar esa caseta para el día, ya que sabemos cuantos pacientes van cada día y cuanta dosis toman, y a mitad de mañana se les prepara la metadona, ya que vienen transportistas de Cruz Roja a recogerla para llevarla del centro a la caseta. Tanto las casetas como la unidad móvil que pasa por diferentes pueblos tienen buretas para ellos mismos dosificar la metadona paciente por paciente. Las buretas de todos ellos también se controlan desde el centro, limpiándolas día a día y llevando el mantenimiento de las mismas. Todo el transporte desde el centro a UCA u hospitales lo hacen transportistas de la Cruz Roja, todo, por supuesto, debidamente firmado, bridado y asegurado, donde también se recoge medicación y se envía para que puedan dosificar desde allí la medicación a los pacientes. Allí mismo también dispensamos metadona. Se pretende tener diversos centros de dispensación y recogida de metadona para ser lo mas asequible posible y que los pacientes tengan la comodidad, en la medida de lo posible, de recoger la medicación donde más cerca les pille de casa. Además, hay una unidad móvil que pasa por los distintos pueblos y hace paradas para que allí se acerquen los pacientes. Desde el centro se controla que la medicación se dispense tal como corresponde, que se sigan una serie de normas para que todo funcione correctamente y que no haya equívocos con las dosis.»

Dónde especializarse en drogodependencia
Existe un máster en la Universidad de Valencia llamado Máster en investigación, tratamiento y patologías asociadas en drogodependencias al que podemos acceder los farmacéuticos. También hay otros másters a distancia como el de IL3, de la Universidad de Barcelona, postgrados, como el de Deusto, o más cursos que podéis encontrar aquí.
Hacer un voluntariado en Cruz Roja ayudando a drogodependientes tampoco es mala idea para especializarse, ir cogiendo experiencia y saber estar con los pacientes drogodependientes.
Otra opción es hacer el voluntariado en Proyecto Hombre.
«En mi caso –nos explica Tesy–, no hay que olvidar que este trabajo pertenece a la Conselleria, por lo que, para poder acceder a él se ha de hacer una oposición para obtener la plaza o estar apuntado a la bolsa de trabajo para poder hacer sustituciones (como es mi caso) o acceder a una vacante.»

Una especialización diferente
En opinión de Tesy Al «esta parte de la profesión es algo diferente a lo que estamos acostumbrados, la pena es que en los centros privados de rehabilitación y desintoxicación, hasta donde yo sé, no suele haber farmacéuticos trabajando. Supongo y espero, que es porque es un ámbito desconocido de nuestra profesión. Igual de desconocido que gratificante, sin duda».
«Se trata de tú a tú con los médicos psiquiatras», explica Tesy, que añade que es así porque «ellos recetan y ponen la dosis pero el/la farmacéutico/a es el responsable de la medicación». «Como en todo –añade–, una buena comunicación médico-farmacéutico y un buen trabajo en equipo hace del tratamiento un éxito. Para ello, una vez al mes aproximadamente hay una reunión de todo el equipo para hablar de las normas a cumplir y que todo se lleve a cabo debidamente».
Como datos adicionales al artículo, en 2011 se atendió en toda España a 74.199 pacientes con metadona. Explicar, asimismo, que el tratamiento con metadona será realizado solo por centros públicos o privados sin ánimo de lucro, y que en el caso de que un centro privado quiera ofrecer un tratamiento con metadona deberá ser debidamente autorizado y será como caso excepcional.
La metadona es conservada, almacenada y dispensada en centros debidamente autorizados también por las autoridades sanitarias. No hay que olvidar que estamos ante un estupefaciente y que, como tal, lleva un estricto control legislativo.
«Para mi, esta salida profesional ha sido algo que me vino "sin esperar" y me ha encauzado completamente», asegura Tesy Al, quien añade que «los farmacéuticos estamos creciendo poco a poco y nos estamos haciendo notar, aún faltamos en muchos ámbitos como en residencias y centros sociosanitarios, en centros de desintoxicación privados. Nos faltan también competencias que deberían ser nuestras y que no lo son (como la prescripción). En definitiva, nos queda un largo camino por recorrer, pero poco a poco vamos ampliando horizontes y vemos la luz al final de túnel. Sólo hay que saber buscar nuestra salida, adentrarnos en lo desconocido y luchar por ello».

Lecturas adicionales
– Macià D. Las drogas: conocer y educar para prevenir. Editorial Pirámide. 2005.
– Lorenzo P, Ladero JM, Leza JC, Lizasoain I. Drogodependencias: Farmacología. Patología. Psicología. Legislación. Editorial Médica Panamericana. 2009.

El primero tiene un enfoque psicológico y el segundo es más teórico y más especializado en drogodependencias. Ambos son indispensables a la par que interesantes.

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Para contactar con Tesy Al
e-mail: tesyquart@gmail.com
twitter: @Tesy_AL

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