Los agentes que integran la cadena del medicamento coincidieron ayer en la necesidad de que el Ministerio de Sanidad elabore una norma que defina los procedimientos y obligaciones de la industria farmacéutica, la distribución y la farmacia de cara a la puesta en marcha del Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem) el 9 de febrero de 2019.
La identificación única de medicamentos es la mejor herramienta para minimizar el riesgo de falsificaciones de fármacos en el canal legal de distribución, pero además es una herramienta que presenta numerosas ventajas para el sistema sanitario, ya que a medio y largo plazo podrá mejorar los patrones de uso de los tratamientos, aportando información muy útil para los estudios farmacoepidemiológicos.
El Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM) ha seleccionado definitivamente a la compañía Arvato como proveedor tecnológico. Después de varios meses de trabajo y negociación para cerrar los aspectos jurídicos, económicos y técnicos de un contrato de colaboración de gran complejidad, SEVeM y Arvato han firmado este jueves el acuerdo que regulará la colaboración de ambas empresas para la puesta en marcha y sostenimiento del sistema de verificación durante los próximos años.
El 9 de febrero de 2019 es la fecha establecida para que sea obligatoria y definitiva la implantación del nuevo Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM). Así lo declaró Mª Angels Figuerola, directora general del SEVeM, durante la mesa redonda «Cada medicamento, una identidad. ¿Qué nos aportará la implementación del sistema de verificación de medicamentos (SEVeM)?» celebrada ayer en Infarma Barcelona 2017 y moderada por Joan Calduch, tesorero del COF de Barcelona.
La industria farmacéutica asentada en España invertirá en los próximos dos años alrededor de 200 millones de euros para adaptar las líneas de producción y así incorporar los requerimientos técnicos del nuevo sistema de verificación unitario de medicamentos. Son las estimaciones económicas del sector, a partir de un coste medio de cada línea de 300.000 euros.