La alimentación es la fuente de energía más importante. Nuestro organismo requiere una dieta sana y equilibrada para poder asegurar la ingesta completa de todos los nutrientes y conseguir mantenerse en buen estado. Sin embargo, los hábitos alimenticios, así como las prisas, las comidas rápidas y las dietas restrictivas hacen que comer de manera equilibrada se convierta en un reto muy difícil de alcanzar.