La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) ha puesto en marcha un nuevo curso online titulado «Investigación científica en farmacia comunitaria». Esta iniciativa formativa, que se imparte a través de www.sefac.org, quiere servir para fomentar la investigación entre los farmacéuticos comunitarios facilitando a los inscritos conocimientos y habilidades para diseñar, desarrollar y publicar trabajos de investigación.
Motivo de interés
Aunque la receta médica es uno de los documentos que con mayor frecuencia se emiten en la clínica privada, es muy habitual que no se cumplimente correctamente.
El 21 de enero de 2011 entró en vigor el R.D. 1.718/2010, de 17 de diciembre, sobre receta médica y órdenes de dispensación1. Entre otras medidas, vino a regular la receta privada tanto en soporte papel como en soporte electrónico. En su disposición transitoria segunda, que se refiere al plazo de adaptación de recetas médicas, dice: «A partir de la entrada en vigor de este real decreto, durante un plazo de 24 meses podrán coexistir las recetas médicas que se ajusten a lo que indica este Real Decreto con las vigentes en el momento de su publicación. Una vez transcurrido el citado periodo, únicamente tendrán validez las recetas médicas que se adapten a lo dispuesto en esta norma».
El término «medicamento huérfano» (MH) hace referencia a un grupo de fármacos en los que la industria farmacéutica no está especialmente interesada, ya que se destinan al tratamiento de enfermedades llamadas «poco frecuentes, raras o de baja prevalencia» (tabla 1), y difícilmente ofrecerán la rentabilidad suficiente para justificar su investigación y comercialización.
La faringoamigdalitis es la patología que provoca el mayor consumo inadecuado de antibióticos. Las farmacias comunitarias reciben a diario visitas de pacientes aquejados por un proceso de dolor de garganta que reclaman la dispensación de un antibiótico, sin presentar la obligatoria receta médica y, por tanto, sin el diagnóstico médico previo que confirme su necesidad. En realidad, en un alto porcentaje de los casos se trata de infecciones víricas (no bacterianas) para las que no están indicados, por inefectivos, estos medicamentos.