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Universidad: ¿pública o privada?

Universidad: ¿pública o privada? A esta pregunta responden Irene Iglesias, decana de la Facultad de Farmacia de la Complutense, y Maite Iglesias, decana de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad Francisco de Vitoria.

© Unsplash
© Unsplash

Irene IglesiasUniversidad pública: generadora de conocimiento y formación académica

Irene Iglesias
Decana. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid

El mundo globalizado en que vivimos nos demanda un cambio constante, y la universidad pública es uno de los instrumentos más valiosos para poder afrontar con éxito los retos que permitan el desarrollo de la sociedad actual y el progreso hacia un mundo futuro. La universidad pública ha demostrado, a lo largo del tiempo, su enorme capacidad de adaptación a los continuos cambios demandados por la sociedad, y buena prueba de ello ha sido el establecimiento, en época reciente, del Proceso de Bolonia y de un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), instrumentos que las universidades públicas han pilotado y que promueven el cambio hacia una verdadera vertebración social europea, basada en la creación del conocimiento. En este mismo sentido, conviene destacar el Programa Erasmus, dinamizador de la movilidad de los estudiantes universitarios que, gracias a su implantación y desarrollo en las universidades públicas, ha conseguido un éxito sin precedentes desde el punto de vista de la construcción europea.

A lo largo de la historia (y en particular en los últimos decenios), se ha puesto de manifiesto que la universidad pública ha sido la gran generadora del conocimiento y de la formación académica al más alto nivel, tanto nacional como internacional, buscando en todo momento la calidad y la excelencia en la docencia y en la investigación. Todo ello en un marco de independencia y libertad, lo que siempre le ha permitido actuar con objetividad y en beneficio de toda la sociedad, sin atender a los intereses particulares de los diferentes grupos de presión.

Uno de los grandes valores que hay que destacar de la universidad pública es su accesibilidad para todos los ciudadanos, sin ningún tipo de restricciones de tipo ideológico o económico, lo que ha favorecido siempre su implicación en la búsqueda de soluciones a los problemas reales de su entorno más inmediato (local, regional o nacional), sin olvidar la búsqueda de respuestas en un ámbito más general. Por otro lado, la universidad pública ha sido la responsable, en exclusiva, hasta época muy reciente, de la formación de todo tipo de profesionales altamente cualificados en todas las especialidades sanitarias, científicas y humanísticas.

En la actualidad, las universidades públicas cuentan con los mejores expertos en las diferentes áreas del conocimiento, así como con los equipamientos científicos más complejos. Además, se encuentran totalmente interrelacionadas entre sí a través de redes públicas nacionales e internacionales. Este hecho se refleja en el continuo y cada vez más creciente intercambio tanto de profesores como de alumnos de grado, posgrado y doctorado con otras universidades de nuestro entorno europeo, así como con otros centros de investigación y docencia de reconocido prestigio en numerosos países del mundo.

Por último, cabe señalar el enorme prestigio de las diferentes titulaciones oficiales obtenidas en las universidades públicas españolas (grado, máster y doctorado), que son reconocidas nacional e internacionalmente por su alta calidad.

Maite IglesiasFormación centrada en el alumno

Maite Iglesias Badiola
Decana. Facultad de Ciencias Experimentales. Universidad Francisco de Vitoria. Pozuelo de Alarcón (Madrid)

Cada universidad, sea privada o pública, diseña dentro de un marco legal su propio proyecto docente. Es la concepción de la misión del programa formativo lo que marca la diferencia.

Es importante diferenciar entre enseñar y educar. Se enseñan contenidos, teoría, competencias técnicas..., pero educar a alguien es formarlo y ayudarlo a madurar como persona. Hoy hay que ser valiente, tener una gran motivación, vibrar y entusiasmarse cada día para adentrarse en el misterioso arte de educar. Lo más fácil es llegar al aula y hablar de tu asignatura, explicar aspectos teóricos y prácticos de tu área de conocimiento, que, por supuesto, dominas. El reto está en entrar en el aula y entender que tu asignatura deja de ser la biología, la metodología, la farmacología, y pasa a ser cada uno de los alumnos que tienes sentados enfrente mirándote. Sí, el reto está ahí y así lo entendemos en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV): nuestra misión es ofrecer una formación centrada en el alumno. Desde el diseño de los planes de estudio, de las actividades complementarias que se organizan, hasta el día a día en cada aula y laboratorio, nuestra preocupación y el centro de nuestro quehacer diario es el alumno.

Tanto los tiempos que nos tocan vivir como la realidad del alumno que llega a nuestras aulas son los que son, y ahí se nos espera para proporcionar una formación teórica y práctica de excelencia y puntera, para ofrecer los mejores medios, una experiencia internacional, unas metodologías docentes innovadoras; en fin, para capacitar a cada alumno para incorporarse con éxito al mundo profesional. Sin embargo, en mi facultad entendemos que, además de alcanzar estos objetivos irrenunciables, nuestra labor como educadores va más allá. La UFV busca una formación integral del alumno, un aprendizaje en valores, en el respeto, en el diálogo, en la comprensión; se busca formar personas que reflexionen y que se cuestionen el porqué y para qué de las cosas. Alcanzar estos objetivos conlleva plantear un proyecto docente diferente. Ofrecemos a todos los alumnos una formación en humanidades a través de un itinerario que les lleva desde la reflexión sobre la universidad, al acercamiento a las inquietudes y el sentido de la persona, a la ética y el sentido de su actividad profesional hasta reflexiones sobre el sentido último. Desde estas asignaturas y en diálogo con las asignaturas del ámbito profesional, el alumno reflexiona y se hace preguntas sobre su ciencia y qué tienen que ver con su persona y en relación con los demás. El alumno entiende que un ámbito de las ciencias particulares no agota la realidad. En este proceso formativo es fundamental el acompañamiento, por lo que se asigna a cada alumno un mentor, un profesional que le acompaña día a día en ese camino, en su desarrollo y crecimiento académico y personal. En la UFV entendemos que nuestra misión como docentes universitarios es la de ser maestros, enseñar y educar a cada alumno, formarlo y capacitarlo con excelencia, pero de manera integral. No es fácil, pero particularmente considero que este proyecto formativo es el camino que permitirá a nuestros jóvenes dar las respuestas a los retos que la sociedad actual demanda.

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