Los problemas de suministro requieren de propuestas que permitan si no eliminar, al menos reducir este fenómeno. En relación con los bajos precios de algunos medicamentos de interés para el SNS, es obvio que si la administración quiere contribuir a su mantenimiento debe encontrar la vía para revisar al alza sus precios. Esto ya está ocurriendo con los medicamentos estratégicos no incluidos en el sistema de precios de referencia, pero debe hallarse también una fórmula que haga mucho más atractiva la continuidad de su comercialización.

El diálogo y la tecnología deben acercarnos a la reducción de la escasez de medicamentos, al menos de los más estratégicos

Con los problemas derivados de la falta de estimación de la demanda, la solución que propone la industria farmacéutica pasa por sacar mayor rendimiento al Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM) para minimizar los problemas de suministro. Si el consumo de un medicamento se dispara, la necesidad de reposición debe activarse de inmediato para evitar una ruptura de existencias. Sería posible que el SEVeM trabajara también en otros aspectos y cuando hubiera un comportamiento de mercado que fuera a generar un problema de suministro, advirtiera al fabricante de inmediato.

Se requiere una estrecha colaboración con las autoridades sanitarias, existe un seguimiento intenso tanto por parte de las compañías farmacéuticas como por parte de la AEMPS. Esta aproximación de la Agencia es pragmática y muy acertada, busca centrarse en los medicamentos cuya ausencia causa un verdadero problema al paciente y los separa claramente de la escasez de otras presentaciones cuyo impacto sanitario y asistencial es bajo o nulo.

Por tanto, hacer frente a este reto es posible; al menos, en algunos ámbitos, y desde luego con el diálogo y la tecnología de la que disponemos hoy para estimar la demanda, acercándonos a la reducción de la escasez de medicamentos, al menos de los más estratégicos.

Destacados

Lo más leído