¿Con qué herramientas contamos para poder hacer frente al desabastecimiento? En un mundo de fantasía e ilusión, y me consta que muchos rurales tienen esta suerte, lo ideal sería tener una comunicación bastante fluida entre el centro de salud y la farmacia.

Pero cuando no es así, podemos tener grupos de WhatsApp o aplicaciones como FarmaHelp o Luda, que nos permiten localizar medicamentos a una distancia que nosotros delimitamos. En nuestro caso concreto, llamamos para guardar el medicamento para ese paciente, porque alguna vez nos hemos encontrado con varios pacientes reservando a través de la misma aplicación en la misma farmacia.

Lo ideal sería tener una comunicación bastante fluida entre el centro de salud y la farmacia

Otra opción es utilizar la receta electrónica. Esto cambia en función de las comunidades autónomas. En Madrid nos permiten desde hace poco tiempo la posibilidad de bloquear medicación. Esta herramienta es útil no solamente para paralizar una medicación por la razón que sea, sino también para hacer comunicaciones unidireccionales con el médico.

Para los pacientes que vienen de peregrinación en busca de un medicamento, en nuestra farmacia tenemos la web del Centro de Información del Medicamento (CIMA) ya colocada en la barra de favoritos del navegador para acceder rápidamente cuando un paciente nos pregunta por un determinado medicamento. Si la medicación en concreto vemos que se encuentra en «medicamentos extranjeros» (que los pueden facilitar en la propia sede del CIMA en cada comunidad), tenemos otra web (también ya en favoritos) para consultar el contacto al que el paciente puede dirigirse y así se la podemos facilitar en el mismo mostrador y, al menos, estamos aportando una solución a un problema real.

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