Huelga «interruptus» en la Comunitat Valenciana

Pocas horas han estado de huelga las oficinas de farmacia de las provincias de Alicante y Castellón. El anuncio del Gobierno de la Generalitat de que iba a hacer frente a la deuda acumulada a través de un calendario de pagos avalado por el rescate del ejecutivo central ha hecho que los profesionales alicantinos y castellonenses desistieran de proseguir con el cierre patronal.

Saber que el Colegio de Valencia, el más influyente de las organizaciones colegiales afectadas, ya se había desligado de la huelga hizo también lo suyo. Eso y el «elevado» número de servicios mínimos dispuesto por la Dirección General de Farmacia y Productos Farmacéuticos: 172 en la provincia de Alicante y 58 en la de Castellón.

El abandono de la protesta ha sido ratificado por las juntas de los respectivos colegios oficiales, juntas convocadas por la vía de urgencia en la mañana del lunes 23, justo la fecha de inicio de la huelga indefinida inicialmente prevista. No obstante, las dudas persisten ante los reiterados incumplimientos de pago de la deuda por parte de la Conselleria de Sanitat.

Los primeros en descolgarse del cierre fueron los colegiados de Valencia, convencidos tras una reunión con el conseller de Sanitat, Luis Rosado, de que la Administración sanitaria valenciana iba a acometer un calendario de pagos fiable. Este pasa por abonar, antes de que concluya agosto, 120 millones de euros, cifra equivalente a las recetas dispensadas durante un mes. Las intenciones de Rosado pasan por saldar la deuda contraída con las boticas «allá por el mes de noviembre», una vez que la Comunitat Valenciana reciba el dinero del mecanismo estatal de liquidez autonómica, al que solicitó adherirse el pasado viernes día 20 de julio. La secuencia de pago pasa por percibir en agosto la cantidad equivalente a las facturas dispensadas en marzo y la mitad de abril; en septiembre, la mitad de la de abril restante y la de mayo; en octubre, la de junio y la mitad de julio, y en noviembre, la mitad de julio y agosto.

Jaime Carbonell, presidente del Colegio de Alicante, ha asegurado que si concluye julio sin cobrar la mensualidad prometida, tomarán nuevas medidas de presión a partir del 1 de agosto. Las farmacias valencianas no cobran lo que se les debe por la facturación de las recetas desde febrero. La deuda, sin contar julio, asciende a 500 millones de euros algo que, según Carbonell, «es imposible de aguantar».

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