Fundación Hefame ha entregado dos becas con las que estudiantes de quinto de farmacia han podido realizar prácticas en zonas despobladas de Castilla-La Mancha.

La entidad no lucrativa de Hefame firmó un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para colaborar con el plan Botica Rural, un programa para acercar a los jóvenes farmacéuticos a los entornos más rurales, promover el empleo y combatir la despoblación, fomentado la realización de prácticas en farmacias localizadas en zonas rurales.

El acuerdo firmado por ambas entidades ha facilitado las prácticas tuteladas de los dos estudiantes en farmacias despobladas de Castilla-La Mancha, Marta Palarea, en la farmacia María Belén Sáez, en Tobarra, pueblo con menos de 8.000 habitantes, y Manuel Gabarri, en la farmacia de Jesús María Box, en Tarazona, localidad con menos de 400 residentes. Gracias a estas ayudas, concedidas por Fundación Hefame y dotadas de 1.000 euros cada una, los estudiantes han podido cubrir los gastos de desplazamiento y alquiler durante su periodo de prácticas.

Al acto de entrega de becas han asistido la consejera de la cooperativa y la directora de Fundación Hefame, Ana María Cantarero y Enriqueta Fernández, respectivamente. Durante el evento, Fernández ha reconocido la importancia de esta formación, fundamentalmente práctica, como una «parte básica de la cualificación de cualquier estudiante, independientemente de la carrera que curse, ya que, gracias a esta experiencia, en un entorno real, los conocimientos adquiridos durante el grado se interiorizan con mayor profundidad».

Al mismo tiempo, la directora de Fundación ha recordado que «es esencial que los estudiantes conozcan la importancia de permanecer en las farmacias ubicadas en zonas de baja población, ya que contribuyen a mejorar las condiciones de vida en el entorno rural y ayuda a retener a la población en el territorio y a frenar el fenómeno de la despoblación en estas áreas».

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