El Clínico San Carlos es el primer hospital español en incorporar esta novedosa tecnología que aporta más seguridad a la hora de preparar este tipo de medicaciones. Con ella, los profesionales del Servicio de Farmacia elaboran una media de 30 dosis diarias de antineoplásicos.
La preparación de los citostáticos que se administran a los pacientes en el Hospital de Día de Oncología Médica conlleva una importante dificultad, ya que cada enfermo precisa dosis y fórmulas de quimioterapia diferentes y complejas. A ello se añade la toxicidad de estos fármacos, que implica un cierto riesgo para los profesionales que los manipulan.
Proceso automatizado
Diseñado para farmacias hospitalarias, este robot trabaja en sintonía con los sistemas de prescripción electrónica ya implantados en el Hospital, identificando los esquemas de tratamiento por paciente, conforme a las prescripciones médicas. Así, identifica cada envase elaborado con un código de barras y edita etiquetas que contienen toda la información necesaria sobre el paciente, la unidad o el hospital de día donde va a recibir el tratamiento y las características del fármaco (principio activo, dosis, posología, volumen total, tiempo de infusión, vía de administración, etc.).
Otra de las ventajas que aporta esta novedosa tecnología es la trazabilidad en el circuito de elaboración de quimioterapia, proporcionando información detallada del manejo de los fármacos antineoplásicos antes de su administración al paciente. El robot dispone de controles que garantizan la correcta selección de fármacos o material fungible y que informan de la precisión de la dosis.
Por otra parte, este sistema robotizado minimiza el riesgo de exposición a los citostáticos, ya que al automatizar la elaboración de los medicamentos en una zona aislada evita el contacto directo del personal con los mismos. También realiza el posicionamiento y sellado automático de los contenedores de residuos tóxicos en una zona cerrada, de manera que los profesionales del servicio nunca entran en contacto directo con los fármacos, minimizando la toxicidad.
La integración del programa informático del robot con el sistema de prescripción electrónica del Hospital ha conectado todo el circuito de asistencia al paciente, permitiendo a los farmacéuticos validar los ciclos de quimioterapia que los médicos prescriben en la misma plataforma informática donde solicitan las preparaciones al robot.