La región lumbar es en la que se refiere dolor con más frecuencia, y la causa del dolor puede variar según la edad y los hábitos de los pacientes. Entre la población joven el dolor más habitual es consecuencia de alteraciones postulares, sobreesfuerzo o por situaciones de estrés. A medida que aumenta la edad de los pacientes, las consultas se incrementan por otro tipo de motivos, como pueden ser las hernias discales o los cambios degenerativos óseos.
A la hora de valorar el tratamiento farmacológico, existen diferentes alternativas dependiendo del dolor de espalda a tratar. Los tratamientos más utilizados son los antinflamatorios y los analgésicos. La combinación de antiinflamatorios con complejos de vitamina B1 B6 B12 potencian su efecto acelerando la recuperación y aliviando más el dolor, lo que permite acortar el tratamiento con antinflamatorio.
Hidroxil: complejo vitamínico
Hidroxil, de Almirall, es una asociación de las vitaminas hidrosolubles B12 (cianocobalamina), B6 (piridoxina) y B1 (tiamina), que participan en la médula espinal y en la síntesis de mielina. Su uso combinado con un AINE inhibe la transmisión del estímulo doloroso. Así, este tratamiento produce un mayor alivio del dolor, mejora la movilidad, y una mayor rapidez de recuperación del paciente. Además, permite disminuir la dosis y acortar el tratamiento.
La deficiencia de vitamina B se puede producir debido al aumento de las necesidades, reducción del consumo o de la absorción de las mismas. Hidroxil está indicado en adultos y mayores de 14 años, generalmente con una dosis de un comprimido al día, durante 15 días, pudiendo alargar el tratamiento a criterio del médico. Hidroxil es un producto ampliamente recomendado por los médicos desde hace años y actualmente está disponible sin receta, pudiéndose adquirir de forma directa en la oficina de farmacia.
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Decálogo de consejos para reducir el dolor de espalda Además de los tratamientos, la prevención es una buena herramienta para mejorar el dolor de espalda y reducir las recaídas. El decálogo de medidas que se proponen son recomendaciones que deben aplicarse en la actividad cotidiana, tanto en el ámbito laboral como en el ocio y descanso: • Durante el descanso nocturno, evitar dormir boca abajo. Se recomienda dormir de lado o boca arriba con un cojín bajo de las rodillas. • Sentarse adecuadamente, evitando hacerlo bruscamente y en una silla con respaldo recto. Se recomienda evitar el sofá de forma prolongada. • Al coger peso desde el suelo, flexionar las rodillas, acercar el peso al cuerpo y luego levantarlo. • Si se tiene sobrepeso, intentar reducirlo para evitar la sobrecarga de las articulaciones, no sólo de la espalda, sino también de la cadera y las rodillas. • Adecuación postural en las actividades cotidianas, de forma que la espalda soporte la menor carga posible. • Evitar movimientos bruscos al levantarse de la cama. Sentarse con ayuda de las manos. • Evitar estar sentado delante del ordenador durante largos periodos de tiempo. • Evitar mantenerse de pie inmóvil, o hacerlo sobre un taburete si se están realizando tareas. • Realizar actividad física de forma regular para mantener el cuerpo en forma. Si la actividad desencadena dolor, no será recomendable realizarla. • Realizar diariamente ejercicios específicos para mejorar el tono muscular y la estabilidad articular. |