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"Hablar con los adolescentes directamente es una forma de acercarles a la farmacia para combatir los bulos sobre la piel"

Tomás Muret Farmacéutico comunitario en Palma de Mallorca. Vocal Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos

Texto: Yolanda García Malo / Fotos: Leire Fernández Morterero

https://youtu.be/AXuEpfLLMPM

¿Cuál es la frecuencia de consultas dermatológicas? ¿Hay más consultas sobre cuidado «preventivo» o de patologías?

— Hace 10 años nos llegaban unos 10 millones de consultas al año, y hoy estamos atendiendo 4 o 5 consultas al día en las farmacias, lo cual nos lleva a recibir más de 30 millones de consultas al año. La razón principal, aunque hay varias, es la saturación de Atención Primaria y la dificultad de encontrar una cita temprana con el dermatólogo. Esto, unido a la especialización del farmacéutico, ha hecho que la población se acerque a la farmacia para encontrar respuestas. Las principales consultas que recibimos suelen ser sobre patología cutánea. Muchas veces tenemos la posibilidad de resolverlas, pero otras nuestro mejor consejo es derivar al dermatólogo. Además, estamos viendo una tendencia creciente de consultas sobre prevención, principalmente referentes a fotoprotección. Se está realizando un trabajo importante de educación sanitaria en fotoprotección, por lo que la población cada vez está más concienciada y pregunta más. También tenemos muchas consultas sobre envejecimiento cutáneo, ya que es un tema que cada vez preocupa más.           

Estoy contento de anunciar que este año vamos a hacer una campaña de detección de hidradenitis supurativa, una patología poco conocida e infradiagnosticada

 

— ¿Es la categoría que más ha crecido?

— Sí, es una categoría que ha crecido muchísimo. Hemos recuperado los niveles prepandemia, en parte gracias a ese trabajo de sensibilización y educación sanitaria que ha hecho el farmacéutico en todo el campo de la Dermofarmacia. Tuvimos un parón grande en 2020-2021 por la pandemia. Según los datos de STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), en 2022 hubo un crecimiento de un 6 % y en 2023 hemos estado alrededor de un crecimiento de un 10 %.  Por lo tanto, podemos hablar de que es una categoría en alza. Hay que poner en valor la labor realizada desde las oficinas de farmacia, y que la sociedad confía en el farmacéutico y está dando importancia a su piel. La población se está dando cuenta de que la salud también está en la piel.

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Pincha aquí para ver la entrevista completa

— ¿Qué servicios de dermofarmacia implementaría en el mostrador? ¿Qué farmacias considera como ejemplo?

— En el mostrador tenemos que hacer una dispensación activa, dando un buen consejo y, al mismo tiempo, informar de que tenemos servicios profesionales farmacéuticos asistenciales (SPFA). El pasado 17 de enero tuvimos la confirmación del Tribunal Supremo de que los SPFA se  pueden hacer en una oficina de farmacia. Como farmacéuticos comunitarios esta resolución avala el trabajo que llevamos haciendo durante mucho tiempo.

» Por lo tanto, las farmacias ejemplo son aquellas que realizan estos servicios farmacéuticos. La farmacia va hacia un futuro de servicios, más allá de un futuro única y exclusivamente de dispensación o de venta de productos. Los farmacéuticos nos estamos preparando para dar estos servicios a la población. ¿Y cómo? Siguiendo todos los protocolos en atención farmacéutica y todas las buenas prácticas de trabajo en la actuación farmacéutica frente a problemas dermatológicos. Los servicios que más demanda la sociedad en dermofarmacia son, sobre todo, de seguimiento de patología dermatológica, también envejecimiento cutáneo y salud capilar, y, cada vez más, todo lo relacionado con el paciente oncológico.

— ¿Cómo lucha un farmacéutico contra los bulos, especialmente en esta categoría?

— Yo lucho contra los bulos con la verdad y el humor. Los bulos solo se pueden desmentir con evidencia científica. Hoy en día es mucho más fácil crear un bulo que desmentirlo, y más con las redes sociales.

» Por otra parte está el humor. Hay que reírse de estos bulos, quitarles importancia, ridiculizarlos. Tenemos ejemplos como Pablo García (@medicadoo), Guillermo Martín Melgar (@farmacia_enfurecida), Álvaro Fernández (@farmaceuticofernandez) o Marián García (@boticariagarcia) que utilizando el humor consiguen tumbarlos, y a la vez logran llegar a la población.

» Además, en nuestras farmacias cada día entran entre 2,3 y 2,5 millones de personas, por lo que el mostrador se convierte en uno de los mejores sitios para luchar contra estos bulos.

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— Ante la aparición de la cosmeticorexia, ¿qué puede hacer el farmacéutico?

— La cosmeticorexia es la utilización de rutinas muy complejas, con muchísimos cosméticos, en edades muy tempranas de la vida. Estamos viendo niñas de 10-12 años haciendo rutinas cosméticas con más de 20 productos. Esto es una barbaridad, primero porque no lo necesitan, segundo porque no está indicado para su piel y tercero porque puede ser negativo para su piel. ¿Cuáles serían las claves para luchar contra esto? La primera de todas sería que los padres empezasen a hacer de padres. Hace poco oí que se pedía que se prohibiera la venta de cosméticos a menores de 16 años. ¿Quién compra los cosméticos o le da dinero a la niña o niño para que los compre? ¿En la casa de quién se ponen los cosméticos? A lo mejor es hora de empezar a hacer de padres y no esperar a que el Gobierno, sea del color que sea, regule a nuestros hijos.

» La segunda clave sería educar a los padres, porque quizás no son conscientes del problema en el que se están metiendo y creen que no pasa nada. Hay que enseñarles que una niña con la piel sana, que no tenga ningún problema dermatológico, a la que ningún dermatólogo le ha recomendado que use una rutina, con utilizar un limpiador facial con un pH fisiológico y un fotoprotector tiene suficiente, no necesita absolutamente nada más.

» Y el tercer punto sería educar tanto a influencers como a directores de películas o series enfocadas a adolescentes, porque, sin querer hacer nada negativo, a veces se ven imágenes de jóvenes o niñas utilizando un montón de productos cosméticos, de rutinas muy complejas, y esto es lo que se termina imitando.

Hace 10 años nos llegaban unos 10 millones de consultas al año. Hoy estamos atendiendo 4 o 5 consultas al día, lo que nos lleva a recibir más de 30 millones de consultas al año

 

— ¿Cómo atraemos a la generación Z a la farmacia?

— Es verdad que cada vez viene gente más joven, hace años era imposible ver a alguien joven en la farmacia. Los farmacéuticos tenemos que ser más listos y hablar directamente con los jóvenes y adolescentes cuando, por ejemplo, vienen a la farmacia a los 14-18 años, al empezar con problemas de acné, generalmente con sus madres. En estos casos, prefiero hablar con el adolescente, a solas si es posible, y explicarle cuál es su patología, qué tiene que utilizar, que si no cuida bien la piel le pueden quedar marcas, hiperpigmentaciones, enseñarle fotos, desmentirle bulos, escuchar sus preguntas.

» Es una forma de acercarlos a la farmacia para combatir los bulos sobre la piel, porque cuando los tienes cerca les ayudas, les enseñas, les explicas, te siguen y ven que les funciona. Es una puerta de entrada importante a la farmacia, porque dicen «si la farmacia me ayudó cuando tenía 16-18 años, el día de mañana, cuando tenga otro problema, voy a volver».

— ¿Qué acciones puede llevar a cabo una farmacia en pro de la sostenibilidad?

— La sostenibilidad es un tema supercomplejo. A veces parece sencillo, pero es muy complicado. A mí me apasiona y creo que da para otra entrevista. Hoy en día en España tenemos la suerte de que la industria cosmética ha apostado muchísimo por la sostenibilidad, y dentro del tejido empresarial es una de las industrias más sostenible. Muchas veces pensamos que la sostenibilidad solo está en el kilómetro cero o en el envase reciclable, pero no es así: la sostenibilidad está en el diseño del producto, en la adquisición de materias, en los procesos de fabricación, en qué hacemos con los residuos desde el inicio del proceso, hay un trabajo muy grande.

» Desde las oficinas de farmacia llevamos muchos años apostando por temas sostenibles. Más allá del punto SIGRE, hace tiempo que trabajamos en las recetas electrónicas para la eliminación de papel. Estamos intentando eliminar el máximo número de papel, quitando procesos de albaranes de facturas y digitalizando al máximo la farmacia. Lo tenemos que hacer también con el cartonaje, con los materiales que utilicemos para el escaparate o con los residuos que produzca la farmacia. La farmacia tiene que ser un ejemplo de sostenibilidad, y en Dermofarmacia tiene que apostar por las industrias cosméticas que sean sostenibles.

» Pero debemos tener en cuenta algo muy importante: el proceso de sostenibilidad nos incluye a todos. Mediante la educación sanitaria, el farmacéutico puede explicar a la población lo que tiene que hacer. Los farmacéuticos desde nuestras oficinas de farmacia tenemos una importante labor en la educación en sostenibilidad.

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"Tengo la suerte de juntarme con mucha gente a la que admiro y siempre intento absorber algo de ellos"

Tomás Muret es un apasionado de la Dermofarmacia y la comunicación farmacéutica y sanitaria. Uniendo estas dos pasiones constituye un referente por su forma de divulgar. Habitual en ponencias, charlas y talleres del sector, afirma que su máximo referente «inalcanzable» es su madre, también farmacéutica. «A mi edad ella ya había hecho un congreso con dos Premios Nobel, el nivel en mi casa ya está altísimo. Cuando era pequeño, mi madre nos ponía a mi hermana y a mí de público para ensayar sus conferencias; no nos enterábamos de nada, pero nos encantaba escucharla por lo didáctica que era».

En la categoría de Dermofarmacia en concreto, tiene como mentora a Cristina Tiemblo, actual tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos y antigua vocal de Dermofarmacia. «Es la persona que me enseñó que todo tiene que estar referenciado, tener evidencia científica, que no podemos decir nada de lo que no estemos totalmente seguros; y también que, cuando no sepamos algo, tenemos que saber decir que no lo sabemos, y que lo vamos a estudiar y a investigar».

De sus inicios destaca dos referentes importantes: Rosa María Valls y Leonor Prieto. «Hoy tengo la suerte de juntarme con mucha gente a la que admiro y siempre intento absorber algo de ellos». No se quiere olvidar de nadie: «Gema Herrerías y Virginia Ortega, que pueden dar gran cantidad de información sin que la charla sea tediosa; Beatriz Saralegui y Blanca Llácer, por la seguridad cuando comunican, se comen el escenario; es fantástico el don de Marián García para traducir de lo complicado a lo sencillo. Y muchos más, como Asun Arias, Arturo Álvarez-Bautista o David Garduño…». Gente fuera de la Dermofarmacia como Ramón Barrera o Jaume Guillén; dermatólogos como Ana Molina, Cristina Eguren y Paloma Borregón; o médicos estéticos como el doctor Tufet. Y también las nuevas generaciones, «que vienen con fuerza, conectan superbien y enganchan a la gente joven. Me sorprende lo bien que lo hacen». Ahí están Carmen Díaz Toledo, Fran Iniesta, María Pérez Maldonado, y muchísimos más.

— En cuanto a la prevención y cribado de la patología dermatológica, ¿qué acciones se podrían llevar a cabo tanto desde las instituciones como desde las farmacias?

— Las farmacias realizan multitud de acciones de prevención y cribado que muchas veces no se conocen. Una muestra clave es que en el último Congreso Nacional Farmacéutico de Valencia el premio a la mejor comunicación ha sido para una farmacia por un trabajo en prevención y detección precoz de lesiones precancerosas, que luego derivaba al dermatólogo. Hay muchísimas farmacias que están haciendo estas pequeñas labores. Está claro que resuena mucho más cuando lo hacemos de manera conjunta, cuando es una campaña que sale del Consejo, de un Colegio o de una sociedad científica.

» Tenemos el ejemplo de la campaña de fotoprotección solar, en la que participamos farmacéuticos, dermatólogos y otros profesionales sanitarios, aunamos fuerzas y vemos resultados. Si miramos atrás 10 años, hemos conseguido que la sociedad haya hecho un cambio total en sus hábitos a la hora de tomar el sol. Pero también hacemos otras campañas, quizás menos vistosas, como las de acné o psoriasis, incluso de cosmetovigilancia.

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» Estoy contento de poderos anunciar que este año vamos a hacer una campaña desde el Consejo, con el apoyo de todas las Vocalías y todos los Colegios, sobre detección de hidradenitis supurativa, una patología poco conocida y muy infradiagnosticada. Va a consistir en algo tan sencillo como detectar a posibles personas que pudieran tenerla, hacerles unos cuestionarios y, en caso de ver que pudieran padecerla, derivar al médico. Creo que es una campaña que va a tener un calado importante al ser una patología poco diagnosticada.

— ¿Qué consejo le daría a alguien que quiera ser Premio a la Excelencia Farmacéutica?

— Mi consejo es que no busque ser premiado. No hay nada mejor que te hagan un reconocimiento o que te premien tus propios compañeros sin que tú lo hayas buscado. Yo me levanto todos los días con ganas de estudiar para aprender cosas nuevas, trabajo dando lo mejor de mí, intento luego compartir con mis compañeros lo que sé o lo que creo que puedo aportar. Lo importante en la vida es ser feliz en el camino y no tanto esperar que te den un premio o no, porque al final el mayor reconocimiento lo tienes tú mismo con tu felicidad.

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