Las aguas minerales de Santa Cruz de Olarde

Las aguas minerales de Santa Cruz de Olarde

El doctor en Medicina y Cirugía José Faura y Canals y el médico cirujano Pedro Pujador y Graells realizaron conjuntamente investigaciones sobre las aguas minerales de Santa Cruz de Olarde, provincia de Barcelona y partido judicial de San Feliu de Llobregat.

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La Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz se caracterizó desde su fundación en 1815 y durante el siglo XIX por la recepción de documentos sobre Medicina y Ciencias afines con el objetivo de formar una historia médico-farmacéutica nacional. José Faura y Pedro Pujador contribuyeron a esta causa con una memoria sobre las aguas minerales de Santa Cruz de Olarde, que remitieron desde Hospitalet de Llobregat en 1854. Su estudio aportaba la topografía y las propiedades fisicoquímicas y curativas de Santa Cruz de Olorde, a través del análisis.

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En la reseña topográfica, Faura y Pujador referían que en la demarcación de Santa Cruz de Olorde se encuentra el monte Puig de Olorde. La situación que asignada a Puig de Olorde es 41° 23 min. N. de latitud y a los 8° 23 min. E. longitud del meridiano de Cádiz. Su altura es de 740 pies sobre el nivel del mar. Se compone de rocas de estratificación variada, en su mayor parte pizarrosa, arcillosa y ferruginosa, además de minerales accesorios como antracitas, cuarzos, piritas ferruginosas, sulfatos calizos y la calcedonia jaspe. El agua es transparente, casi incolora, algo más densa que la destilada, sin olor y de sabor estíptico. Por el contacto con el aire empieza a ponerse amarillenta, para tornarse rojiza y turbia.

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Los principios mineralizadores obtenidos del análisis de una libra de agua extraída del manantial el día 22 de diciembre de 1853 se hallan en las siguientes proporciones:
Sulfato ferroso: granos 16,55
Sulfato de magnesia: granos 4,16
Sulfato de cal: granos 0,276
Cloruro de cal: granos 0,55
Cloruro de magnesia: granos 3,17

El agua envasada en botellas tapadas herméticamente en el manantial puede ser transportada sin alteración a grandes distancias y conserva indefinidamente su carácter ferruginoso; la coloración, enturbiamiento y disposición de un precipitado serán las señales indicativas de alteración. Tienen propiedades tónicas y resolutivas de obstrucciones.

Fueron 200 observaciones registradas en las que aparecen 208 enfermos de diferente sexo, edades y condiciones, tratados por las aguas minerales de Santa Cruz de Olorde. Se consideraron específico de las obstrucciones e infartos de vísceras abdominales, de las dispepsias, gastralgias, hepatitis crónicas, vómitos espasmódicos, y de otras afecciones del aparato gástrico abdominal. Curaron clorosis, blenorragias, metrorragias, diabetes sacarina y afecciones herpéticas. Se administraron como coadyuvante del tratamiento de escrófulas, neuroses, dolores gotosos atónicos, reumas y cálculos.