Algo diferente para las fiestas

Llegan las fiestas y, con ellas, las mesas llenas de viandas, brebajes varios y los protagonistas dulces: turrones, mazapanes, roscones, chocolate... Pero ¿con qué maridamos tanto azúcar? El abanico es inmenso, aunque hoy os proponemos los VDN para darle un toque simpático al postre navideño.

Los VDN son vinos dulces naturales que se producen principalmente a partir de uva moscatel, aunque a veces también con garnacha. El típico VDN es una bebida fuerte de moscatel con mucho azúcar, mucho alcohol y agradables sabores. El nombre, sin embargo, no es del todo exacto, ya que obtienen su dulzura y alto contenido alcohólico por la adición de un destilado durante la fermentación.

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Los mejores VDN franceses suelen proceder de dos regiones vitivinícolas distintas, Languedoc-Roussillon y Valle del Ródano, y la mayoría llevan la palabra «Muscat» en su nombre. Si queremos destacar algunos VDN interesantes, deberíamos empezar por el Muscat de Rivesaltes (Rosellón), que representa el 70% del total de la producción francesa de moscatel.

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Su color es más oscuro que el del moscatel al que estamos acostumbrados, y sus aromas son de frutos rojos, chocolate negro y muchos más. Son vinos ligeros, francos y frescos en boca, y hacen un perfecto dúo con cremas, natas, bollería, brioches, roscones y todo tipo de postres lácteos.

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También mencionaremos el Muscat de Frontignan. Se produce en el Languedoc y es de una finura extrema. Quizá no es un vino tan complejo en aromas y sabores como el de Rivesaltes, pero es seductor, dulce, clásico y elegante, con sabores simples aunque marcados a uvas muy maduras y azúcares complejos que hacen brillar cualquier postre de chocolate.

Otros VDN son el Muscat de Beaumes-de-Venise, el Muscat de Lunel y Mireval, el Muscat de Saint-Jean-de-Minervois, o los de Banyuls o Maury.

En definitiva, un clásico que, durante estas fiestas, puede llevar a una mesa de postres típica a un nivel gourmet.

Lafage Muscat Rivesaltes 2017
Precio: 13 euros

De muy cerca de Perpignan, nos llega este vino que conjuga técnicas tradicionales con modernos conocimientos enológicos y experiencias internacionales desde 1995; se trata de un caldo exquisito y peculiar. Fresco, aromático, complejo y goloso en boca, nos llena de un calor agradable y de un intenso gusto largo, persistente, que nos recuerda a esa uva tan madura y agradable de comer. Perfecto para cualquier tipo de postre, pero también ideal para aperitivos.