Antonio Vega, director general de Botikia Global, recuerda que las oficinas de farmacia canarias han visto caer en un 20% el volumen de recetas facturadas, «lo que ha supuesto una reducción de beneficios y un incremento de las deudas, potenciadas por el mantenimiento de los costes estructurales». Para Vega, reducir personal no es la solución, porque «eso significa rebajar la calidad del servicio, lo que lleva a una espiral de pérdidas. Una de las claves está en convertir al personal en especialistas motivados que impulsen la venta libre», explicó.
Para ello, según Vega, Canarias ha de aprovechar que en las islas existe una farmacia cada 2.800 habitantes, una proporción favorable. Pero aún así, el marco legal para limitar el gasto farmacéutico pone en riesgo los 3.500 empleados y la viabilidad de las 710 farmacias del archipiélago. Por eso, «es necesario que los farmacéuticos comprendan cómo afrontar este nuevo contexto, apostando por una gestión profesional de sus negocios», subrayó Vega.
En esta profesionalización de las farmacias es importante saber cómo aplicar herramientas del mundo de la gestión empresarial. «Los farmacéuticos son conscientes del nuevo papel que tienen que adoptar y su respuesta ha sido muy favorable», explicó el director general de la consultora, quien insistió en la necesidad de plantear una buena gestión de stocks y de recursos humanos, o la realización de un plan estratégico «para diferenciarse y salir de la crisis antes que los demás».