A nivel general del estudio, el coste medio de dispensación se sitúa en 4,28 euros. No obstante, dada la gran variedad en la tipología de la farmacia española, cuando dicho dato se analiza en función del número de dispensaciones anuales se observa que mientras para la farmacia tipo española, aquélla que presenta una facturación sobre los 700.000 euros anuales y realiza 60.000 dispensaciones, el coste es de 3,35 euros, para las que dispensan menos de 30.000 medicamentos al año –un tercio de todas las farmacias– dicho coste aumenta hasta 6,02 euros.
3.482.524 dispensaciones
El estudio impulsado por SEFAC es el primer trabajo de esta naturaleza realizado en nuestro país en esta materia y para su elaboración se han analizado 3.482.524 dispensaciones, realizadas durante el año 2010 y correspondientes a farmacias repartidas por toda la geografía nacional. Según Ángel Sanz, autor del estudio, «a raíz de las diferentes verificaciones realizadas, se puede deducir que la homogeneidad de la muestra respecto al universo analizado presenta un nivel de aceptabilidad suficiente para inferir conclusiones razonables».
El objetivo de este estudio es estimar el coste medio de la dispensación en la farmacia comunitaria en España, con el fin de poder conocer su variación en función de otras variables y servir de ayuda para idear una propuesta de nuevo modelo retributivo del servicio de dispensación.
En función del número de recetas dispensadas, el coste de la dispensación presenta una tendencia significativa hacia la reducción (tabla).
De acuerdo con estos datos, aproximadamente un tercio de las farmacias españolas están en una situación precaria y otro tercio de ellas, que a la fecha del estudio estaban próximas a la precariedad, seguramente estarán ya en dicha situación debido al agravamiento de la situación a día de hoy como consecuencia de las nuevas medidas adoptadas por la Administración, que han seguido disminuyendo el coste medio por receta, y de las demoras en el abono de las dispensaciones como consecuencia de la crisis económica.
Modificación del sistema retributivo
Según Vicente J. Baixauli, vicepresidente de SEFAC, «los resultados del estudio demuestran que hay muchas farmacias que ya están por debajo del umbral de rentabilidad, pues como consecuencia del actual sistema retributivo de la dispensación, el continuo descenso del precio de los medicamentos conlleva una disminución de la retribución del servicio de dispensación». Por ello considera que «para garantizar la viabilidad futura de la farmacia comunitaria, los farmacéuticos comunitarios deberían plantearse urgentemente una modificación del sistema retributivo del servicio de dispensación, desligándolo del precio de los medicamentos y asociándolo al acto profesional, al igual que la mayoría de los países de nuestro entorno».
En su mayoría, las farmacias participantes en el estudio están ubicadas en la Comunidad de Valencia (20%), Madrid (17%) y Aragón (11%) y en poblaciones de más de 50.000 habitantes (48%) y de entre 1.001 y 50.000 (43%). Por lo que respecta a su volumen anual de ventas, el 30% de las farmacias analizadas factura entre 600.001 y 900.000 euros y el 25% entre 300.001 y 600.000 euros. Asimismo, en el 57% de las farmacias analizadas predomina la dispensación de recetas en su volumen total de ventas (más del 70% de sus ventas totales está relacionado con la dispensación de recetas).
Para calcular el coste de dispensación se ha tenido en cuenta el coste del proceso básico de dispensación y el coste logístico. Para el caso medio de todas las farmacias, el coste del proceso básico de dispensación supone alrededor del 74% del total e incluye el coste asociado al gasto laboral del personal que trabaja en la dispensación (la media de farmacéuticos en plantilla en las farmacias participantes es de 1,22 y el número de personal técnico y/o auxiliar 1,65)además del salario del farmacéutico titular, con un coste similar al de un farmacéutico contratado, más otros costes relacionados con la dispensación (aplicaciones de programas informáticos, etc.). Por su parte, el coste logístico supone aproximadamente el 26% restante e incorpora el coste asociado a las instalaciones (alquileres, electricidad, agua, etc.) más el derivado del pago aplazado de los medicamentos dispensados.
A menor tamaño, más coste
Los datos recogidos en el estudio indican que también existe una clara correlación inversa entre el tamaño de la farmacia y el coste de dispensación, tanto desde el punto de vista del núcleo poblacional donde se ubican las farmacias (5,20 euros en zonas con menos de 1.000 habitantes y 3,89 euros entre 1.001 y 50.000 habitantes) como en el número de recetas dispensadas (5,22 euros para las de menos de 30.000 dispensaciones y 3,77 euros para las que están por encima de esa cifra).
A tenor de estos resultados, desde SEFAC se considera que debería habilitarse de forma urgente algún sistema de ayudas que permitiera a las farmacias más pequeñas subsistir para mantener el servicio sanitario que prestan, que en la mayoría de los casos resulta imprescindible para las poblaciones en las que se ubican. Del mismo modo, sería preciso incluir un suplemento para las farmacias de baja facturación, especialmente las ubicadas en áreas rurales de baja densidad poblacional, con el fin de mantener el servicio sanitario que prestan ya que, en muchas ocasiones, es el único que existe en sus poblaciones.
El estudio (que puede consultarse en la parte de documentos/material para profesionales de la web www.sefac.org) forma parte de un trabajo más amplio que servirá para realizar una propuesta de sistema retributivo de la dispensación que se presentará en el V Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios (www.congresosefac2012.org), que se celebrará en Barcelona entre el 15 y el 17 de noviembre con el lema Soluciones para una farmacia, necesaria, efectiva y segura.
El programa del congreso tratará de aportar soluciones a la situación actual de la farmacia comunitaria, basadas principalmente en reforzar el papel científico y profesional de la farmacia asistencial mediante el fomento e implantación de servicios que mejoren el uso racional de los medicamentos y la eficacia y seguridad de los tratamientos como, por ejemplo, la revisión del uso de medicamentos o del seguimiento farmacoterapéutico en pacientes sobremedicados e inframedicados, polimedicados, automedicados y con problemas de seguridad en sus tratamiento.