Ana Dago: «La atención farmacéutica necesita integración colaborativa, comunicación y desarrollo profesional para avanzar»

La presidenta de la Fundación Pharmaceutical Care España explora los avances y retos de la atención farmacéutica en España, y la necesidad de una integración real y colaborativa para impulsar el desarrollo profesional en la farmacia comunitaria

Texto: Silvia Estebarán Martín / Fotos: Leire Fernández Morterero

https://youtu.be/m-9gqEUNVnE

—¿Qué la motivó a implicarse en la Fundación Pharmaceutical Care España? 

—Estoy implicada desde el día que nació. Un grupo de personas, después de vernos trabajar juntas y pensar en el futuro de la farmacia, decidimos en 1998 crear entre todas la Fundación, es decir, soy parte de los patronos fundadores. Éramos veintitantos, pusimos el dinero necesario de forma altruista —exactamente, 100 000 pesetas de la época— y decidimos empezar con la Fundación Pharmaceutical Care España. Y la llamamos así porque el objetivo de la Fundación era atraer el cambio y la atención farmacéutica a las farmacias españolas. 

—¿Cuáles considera que han sido los hitos más importantes en la historia reciente de la Fundación? 

—Lo primero que ocurrió es que se decidió empezar con la revista Pharmaceutical Care España, que era la única revista científica sobre atención farmacéutica. Nacimos en junio de 1998, y en enero de 1999 salió el primer número de la revista. Y ese año editamos doce números, ese es el primer hito. 

»Ese mismo año decidimos organizar el Primer Congreso Nacional de la Atención Farmacéutica, donde se exponía todo lo que estábamos trabajando. Cuando aparece el término atención farmacéutica o pharmaceutical care en Estados Unidos, acuñado por Charles D. Hepler y Linda M. Strand, nosotros vemos que ese es el futuro, ya lo estábamos trabajando pero de otra forma. Entonces vemos dónde están las bases, y, a partir de ahí, decidimos hacer el primer congreso en San Sebastián, en octubre del 99, y en ese congreso hubo más de 1200 personas, otro hito muy grande también.  

»Después hemos seguido trabajando mucho en formación e investigación: hemos organizado congresos bianuales, hemos ahondado en el tema de la comunicación médico-farmacéutico, y ahora hemos empezado con el canal de televisión de Pharmaceutical Care TV, donde hacemos entrevistas y mucha formación, entre otras cosas. También hay que decir que hemos participado en todos los consensos que ha habido a lo largo de estos años sobre atención farmacéutica, formamos parte del Foro de AF-FC y de la Mesa de la Profesión. Colaboramos con todas las entidades y estamentos.  

—¿En qué momento se encuentra la atención farmacéutica en España?  

—Hemos avanzado mucho, pero para los que llevamos aquí desde el principio ha sido muy lento, y los avances nos parecen pocos, esa es la realidad. Pero sí que han evolucionado muchísimo la formación de los farmacéuticos, el tipo de formación y los procedimientos que hemos trabajado mucho a través del Foro de Atención Farmacéutica.  

»Mi opinión es que sí hemos mejorado, que sí que ha habido cambios y que, a pesar de que la farmacia sigue siendo una farmacia muy comercial, también tiene toda esa parte asistencial más intrincada en la farmacia. Diría que, aunque todavía nos falte mucho, hemos dado pasos. 

—¿Como definiría la atención farmacéutica? 

—Cuando hablamos de atención farmacéutica hablamos, sobre todo, de conseguir que los pacientes utilicen bien los medicamentos, pero los pacientes individuales. La atención farmacéutica es individualizar el tratamiento del paciente, hacerle seguimiento, una dispensación acorde, evitar que tenga problemas relacionados con los medicamentos, que tenga problemas de seguridad, que tenga problemas de efectividad de los tratamientos, pero siempre con ese paciente concreto. Eso es la atención farmacéutica. 

»Durante estos años hemos desarrollado los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales, que son diferentes servicios para conseguir que el paciente o el usuario utilice los medicamentos de la forma correcta. 

—¿Qué barreras existen para la implantación de los servicios profesionales? 

—La primera de todas las barreras somos nosotros mismos, la resistencia al cambio. Cuesta mucho mover a una profesión entera, hacer un cambio en una profesión y trabajar por competencias. La Farmacia Comunitaria debe centrar su atención en el paciente que usa medicamentos, y en la sostenibilidad de la farmacia, que es otro punto que hay que tener en cuenta, no cabe ninguna duda. 

»Para que todo esto pueda funcionar tiene que haber una integración, yo la llamo integración colaborativa; es decir, una colaboración en la que quede claro cuál es el papel de cada uno y cuáles son los objetivos con cada paciente.  

»En mi opinión, nos falta esa integración colaborativa. Pero, para que esto se produzca, tiene que haber una buena comunicación. Este es otro tema en el que hemos trabajado muchísimo desde la Fundación, la comunicación entre la farmacia y el resto de los profesionales sanitarios. Es imprescindible para que esa colaboración se dé, porque hasta ahora estamos haciéndolo más bien de forma altruista. Esto debe regularse, tiene que estar claramente definido cuál es el papel, cómo es la colaboración, en qué consiste, y tiene que haber un sistema de comunicación. Llevar a cabo los servicios profesionales sin contar con el resto de los profesionales sanitarios, con el médico de Atención Primaria, con la enfermera, con servicios sociales, es bastante complicado, porque no tienes acceso a la información, no hay posibilidad de contrastar y discutir qué es lo mejor para el paciente. Hay que tener en cuenta que el conocimiento que tenemos los farmacéuticos no es el mismo que el que tiene el médico de los pacientes. Cada uno tenemos una parte de conocimiento del paciente que es necesario para que todo funcione en favor de él. 

—¿De qué modelos internacionales de farmacia podemos aprender para mejorar la atención farmacéutica en España? 

—Todos tenemos algo bueno. Es difícil, porque los sistemas sanitarios son bastante distintos: están los países nórdicos, que tienen una farmacia colaborativa con una cooperación muy directa con los profesionales sanitarios, donde el farmacéutico es responsable del seguimiento de los pacientes; la farmacia en el Reino Unido, que va más por servicios, vacunación, etc., y que también les permiten prescripción. Hay que buscar un modelo que se adapte al modelo sanitario que tenemos en España, y yo creo que sería importante ponernos de acuerdo en cuáles son los objetivos, a dónde queremos llegar y hasta dónde estamos dispuestos todos a participar.  

—¿Cuál está siendo vuestro papel actual en la atención farmacéutica del SNS? 

—En nuestro patronato están la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP). Hay diferentes entidades que forman parte del patronato, con lo cual nosotros somos más bien aglutinadores, y creo que sería prudente utilizar a la Fundación como interlocutor de todo esto porque la mayoría son patronos de la Fundación.  

»Y tengo que decir que la comunicación es buena, hablamos bastante. Estos dos, tres últimos años, hemos hecho un par de reuniones anuales para trabajar diferentes temas y hemos sacado adelante trabajo y consensos. 

—La Fundación defiende un modelo de carrera profesional con cinco niveles de certificación de competencias. ¿Nos puede explicar en profundidad este sistema? 

—Ya llevamos dos o tres años trabajando en este tema, y ha sido justamente «el desarrollo profesional de la farmacia asistencial» el lema del Congreso. Ahora hay un problema enorme y es la falta de profesionales. 

»Hoy día, entras en una farmacia a trabajar como adjunto y puedes terminar jubilado siendo adjunto. No hay perspectivas, no hay posibilidades de crecer como profesional. Esto es lo que hemos puesto encima de la mesa. Un sistema de cinco niveles que pueden ser cuatro, pueden ser tres…, lo que quiero dejar claro es que hemos hecho una propuesta porque creemos que hay que hablar de esto. Y esto sirve para empezar a hablar, no es una propuesta cerrada, ni muchísimo menos.  

»Lo que tiene que hacerse es hablar de este tema, porque ahora mismo es un tema central, prioritario, el que no tengamos profesionales.  

»El desarrollo profesional va a permitir tener profesionales más capacitados, tener mejores servicios, garantizar la calidad de los servicios, y el personal va a estar, yo creo, mejor porque tienes perspectivas de futuro. Si tú te formas y trabajas con calidad y con certificación, y por competencias, tienes más posibilidades de trabajar. No estamos hablando solo de dinero. No es tanto el ganar más como la situación de no tener perspectivas de futuro.  

»Yo soy profesora de atención farmacéutica y de farmacia clínica, y casi ningún alumno quiere ir a farmacia comunitaria, incluidos los que la tienen por herencia. Prefieren profesionalizarse de otro modo porque no le ven el valor que puede tener la farmacia comunitaria, y eso es lo que hay que ir cambiando, ya desde la Universidad. 

—¿Qué le gustaría que se recordara de su etapa como presidenta? 

—Modernizar la Fundación. Ya hay bastante gente joven, pero todavía queremos llegar a esos profesionales jóvenes, que están empezando y no saben cómo hacerlo, aunque ya tenemos gente también. Estamos en ese futuro, el de abrirnos mucho a la gente más joven que está llegando a la Fundación. 

—¿Qué balance hace del XIV Congreso Nacional de Atención Farmacéutica? 

—Muy positivo, la organización ha sido impecable con muy buen control de los tiempos. El contenido ha estado centrado en el «desarrollo profesional», los ponentes han sabido reflexionar sobre los distintos aspectos dejando opciones a la participación de los asistentes. Creo que hemos dado respuesta al objetivo: impulsar y visibilizar el desarrollo profesional como eje vertebrador de una farmacia asistencial moderna, competente y sostenible. 

—¿Qué le ha resultado más inspirador? 

—El ambiente fue genial, de compañeros comentando los temas importantes para la profesión, intentando aportar ideas para mejorar el futuro. He visto farmacéuticos jóvenes y menos jóvenes, pero muy ilusionados con la posibilidad de poder desarrollar una carrera profesional en Farmacia Comunitaria.