La utilización de los dermoanalizadores. Herramienta en atención dermofarmacéutica

La utilización de los dermoanalizadores. Herramienta en atención dermofarmacéutica
La utilización de los dermoanalizadores. Herramienta en atención dermofarmacéutica

Hoy en día en las oficinas de farmacia se viene realizando atención farmacéutica en dermofarmacia. Eso está claro. Entendiendo como «atención farmacéutica» la participación activa del farmacéutico en la dispensación y seguimiento de un tratamiento farmacoterapéutico. Cada vez que dispensamos un corticoide y le explicamos al paciente cómo dosificarlo y aplicarlo, cada vez que le recordamos la posología prescrita por el médico o la duración del tratamiento y le hablamos de los posibles efectos secundarios, estamos ayudando a que el paciente se adhiera al tratamiento y, al fin y al cabo, a que éste tenga éxito.

Sin embargo, según la definición del Ministerio de Sanidad y Consumo la atención farmacéutica también conlleva acciones que proporcionen una buena salud y prevengan enfermedades en los pacientes. Así que, al indicar un tratamiento cosmético coadyuvante que haga que la piel esté mejor preparada para el tratamiento farmacológico, o al recomendar el fotoprotector adecuado para este paciente, estaremos realizando también atención farmacéutica en dermofarmacia.

Para llevar a cabo estas acciones en la oficina de farmacia, podemos realizar una valoración subjetiva del estado de la piel en función de lo que nosotros percibamos y de la apreciación del paciente, pero, además, mediante el uso de los dermoanalizadores obtendremos valores objetivos de los diferentes parámetros cutáneos.

De la misma forma que los laboratorios cosméticos realizan test de eficacia de sus productos antes de sacarlos al mercado, utilizando sondas que evalúan los cambios epidérmicos antes y después de la aplicación del cosmético en cuestión, en la oficina de farmacia, mediante el uso de los dermoanalizadores, podremos de manera rápida y sencilla obtener parámetros objetivos de la piel que nos permitan evaluar su estado y realizar un correcto seguimiento.

DERMOANALIZADORES 2Parámetros cutáneos mensurables con dermoanalizadores
Teniendo en cuenta que una oficina de farmacia no es un laboratorio de investigación, con los dermoanalizadores podremos medir múltiples parámetros cutáneos de manera rápida, sencilla y fiable, ya que utilizan las mismas técnicas biofísicas de medición que los equipos de investigación, pero de manera simplificada, para que sea posible realizarlas en un entorno no controlado como es una oficina de farmacia.

Entre estos parámetros cutáneos cuantificables, destacamos:
• La hidratación: medida con la sonda Corneometer®, por el método capacitativo.
• La grasa: medida con la sonda Sebumeter®, mediante fotometría.
• La elasticidad: medida con la sonda Cutometer®, por el método de succión.
• La pigmentación y el eritema: medidos por la sonda Mexameter®, mediante absorbancia de luz.

Éstos son algunos de los parámetros que podemos valorar utilizando dermoanalizadores, pero podemos medir muchos más, como son la pérdida transepidérmica de agua, el brillo, el pH, la temperatura, etc.

Además de todas estas mediciones que nos ofrecen datos numéricos objetivos, podemos también realizar técnicas de análisis por imágenes, entre las cuales destacan:
• La fotografía microscópica y macroscópica, con diferentes tipos de polarización de la luz, con la que podremos apreciar el estado de la piel y analizar manchas, arrugas, poros, etc.
• Vídeos.
• Simulación 3D.
• Réplicas de silicona.

Estos parámetros, unidos al conocimiento previo que tenemos del paciente, van a permitirnos conocer el estado de su piel para poder ofrecer un consejo individualizado de los productos cosméticos que necesita, del mismo modo que nos permitirán evaluar la eficacia de los tratamientos recomendados en función de la evolución de los parámetros muestreados a lo largo del tratamiento. De esta forma, los dermoanalizadores nos servirán de herramienta para poder realizar de manera profesional un seguimiento del tratamiento dermofarmacéutico, y también –por qué no– para llevar a cabo el servicio de atención farmacéutica en dermofarmacia.

Valor añadido que proporcionan los dermoanalizadores
El uso de dermoanalizadores en la oficina de farmacia aporta un valor añadido tanto para el farmacéutico como para el paciente.

Para el farmacéutico, porque adquiere mayor confianza a la hora de recomendar los tratamientos, ya que tiene más información sobre la piel del paciente, pero también porque puede ofrecer un seguimiento al cliente. Al poder realizar estos seguimientos, el farmacéutico comprobará por sí mismo la eficacia de los productos que recomienda en su oficina de farmacia, lo que le servirá para tener un criterio objetivo a la hora de hacer la selección de los productos de dermofarmacia con los que quiere trabajar en su oficina.

Con un dermoanalizador, el farmacéutico tendrá también una herramienta muy útil a la hora de realizar ventas cruzadas. Con el uso del Corneofix®, por ejemplo, es muy sencillo demostrar a un paciente la necesidad de utilizar un exfoliante como paso previo antes de tratar una piel con un despigmentante.

Por otro lado, para el paciente el uso de los dermoanalizadores también aporta un valor añadido, ya que será atendido de manera personalizada por un profesional de la salud capacitado que además dispone de toda la información necesaria para recomendarle el cosmético idóneo en cada momento. Esto se traducirá en una mayor confianza por su parte, lo que sin duda hará que cumpla mejor el tratamiento y que se fidelice con su farmacia.

DERMOANALIZADORES 3Diferentes usos de los dermoanalizadores
Los analizadores de piel pueden tener diferentes usos, tanto para la piel sana como para las pieles que sufren alguna patología.
Piel sana
• Realización de análisis de piel y cabello, con el fin de conocer su estado para hacer una correcta recomendación de los tratamientos cosméticos.
• Seguimientos para poder ver la efectividad de los cosméticos.
• Uso como herramienta de captación para diferentes campañas que se quieran promover desde la oficina de farmacia.
• En cosmetovigilancia, como herramienta para poder documentar casos en los que exista algún problema relacionado con un cosmético.
Piel con alguna patología
• Realizar seguimientos documentados mediante el análisis de piel en pacientes diagnosticados por el médico, con el fin de ayudarles a cumplir el tratamiento y poder indicar los productos cosméticos coadyuvantes adecuados en cada caso.
• Herramienta para disponer de mayor información a la hora de tener unos criterios claros de derivación al médico.

En la oficina de farmacia solemos atender a pacientes que muchas veces están en situaciones especiales que hacen que su piel cambie o se resienta. Sería el caso de embarazadas, pacientes con enfermedades como cáncer o diabetes, o personas medicadas con fármacos que producen efectos negativos en la piel, como pigmentaciones, xerosis, etc.

En estos casos, el farmacéutico es el profesional sanitario más accesible y preparado para poder hacer un seguimiento de los pacientes con ayuda de los dermoanalizadores, lo que hará posible que nuestra farmacia se convierta en su lugar de referencia a la hora de adquirir productos cosméticos, ya que en nuestro establecimiento no sólo encontrará productos de calidad, sino también un trato totalmente personalizado por parte de un profesional de la salud.

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