Se trata de un sustantivo femenino que puede hacernos tropezar. Etimológicamente, algarabía significa «la lengua árabe», y de ahí se extendió la acepción hacia «manera de hablar atropellada, sin pronunciar bien las palabras». Ambos usos son extraños, y hoy una algarabía se entiende mejor como «voces alegres y festivas» y como un «griterío confuso de personas que hablan al mismo tiempo».
La sombra de León Felipe es alargada, su prometeica voz parece haber influido de forma decisiva en las opciones literarias farmacéuticas, así surge la poesía como género mayoritario de entre los tertulianos de rebotica, y así se suceden los excelentes poetas presidentes de AEFLA, la Asociación Española de Farmacéuticos de Letras y Artes: Federico Muelas, José M.ª Fernández Nieto y José Félix Olalla.
Ando con mi escaso babi a rayas blancas y rojas por la plaza de Tetuán. Trato de jugar al fútbol sin conseguirlo. Me disfrazo de cabo Rusty, pero los perros no terminan de convencerme; para ser totalmente sincero, y aún en el sueño, son animales que me dan miedo aunque lleguen a llamarse Rin Tin Tin.