En opinión de la FEFE «la nueva escala de deducciones es desincentivadora del progreso y puede llegar a resultar incautatoria para las farmacias con mayores ventas, al superar las deducciones los gastos operativos». La FEFE llega incluso a pronosticar «fatales consecuencias derivadas de esta medida, ya que empeorará la calidad y seguridad de la prestación farmacéutica, produciría una restricción de stocks, numerosos despidos laborales y una reducción de horarios».
En el mismo Observatorio la FEFE explica que «los gastos operativos de una farmacia suelen oscilar entre el 14% y el 16% de las ventas, pero con un componente muy estable que son los gastos de personal y Seguridad Social, que se mueven entre el 10% y el 12%» y concluye que «todas las medidas adoptadas repercuten en las farmacias, incluida la información a los pacientes del alcance de estas normas, algo que es muy previsible en los primeros momentos de la aplicación de las nuevas aportaciones de los usuarios».
Considera, además, que el nuevo RDL «crea una posibilidad de dispensación en Servicios de Farmacia, cuya articulación se desconoce, que no está definida en la Ley de Garantías y representa, sin lugar a dudas, un giro hacia un cambio de modelo de carácter estatalizador». FEFE recuerda que según la legislación vigente y no modificada por este RDL, «la oficina de farmacia es el único establecimiento autorizado para la dispensación de medicamentos al público».
Cambio cultural
La FEFE considera que este RDL «representa un cambio cultural importante respecto a los anteriores al extender la aportación a los pensionistas e introducir por primera vez en España el reembolso de las cantidades que excedan de los límites máximos de aportación en cada colectivo».
Añade a ello que «la reforma aprobada sienta las bases para establecer una cartera común de servicios y una cartera de servicios común suplementaria, que es la que incluye los servicios de la prestación farmacéutica, afectada de una participación de los usuarios», pero especifica que «el cobro y la operativa de esos servicios tendrá que implantarse por las comunidades autónomas» con un alto coste de gestión y administración.
Comparativas del gasto
El Observatorio incluye, como siempre, un análisis de la tendencia del gasto, en esta ocasión el correspondiente a marzo. Se indica al respecto que en los últimos meses «los descensos del gasto que se van produciendo cada mes son un poco menores que los del mes precedente» y que las recetas, aunque de forma moderada, «continúan creciendo, lo que indica que no se ha actuado suficientemente sobre la demanda». Puntualiza, no obstante, que «esta situación se modificará seguramente con los cambios legislativos efectuados».
Por lo demás, el Observatorio recoge que en marzo el gasto del número de recetas alcanza una cifra de 86,4 millones, lo que representa un aumento del 0,13% con respecto al mismo mes del año anterior, que fue de 86,3 millones. El gasto disminuye un -3,60%, y el gasto medio por receta un -3,72%. El gasto interanual desciende un -7,80%; las recetas aumentan un 0,62% y el gasto medio por receta disminuye un -8,37%.
En cuanto al acumulado del gasto en recetas en los meses de enero y marzo de 2012 en comparación con los mismos meses del año anterior aparece en la tabla, en la que se muestra un incremento del +0,80% en el número de recetas, un descenso del gasto de -5,92% y un descenso del gasto medio por receta del -6,74%.
