El SES y los profesionales plantean una modificación del mapa farmacéutico

En Extremadura hay 670 oficinas de farmacia. De ellas, unas 50 necesitan una ayuda económica que ronda entre 100 y 500 euros mensuales para ser viables y que desembolsa el Gobierno regional. La mayoría se encuentran en pequeñas poblaciones de Cáceres.

Es un ejemplo de la situación que están atravesando muchas farmacias y que por primera vez ha llevado al Servicio Extremeño de Salud y al Consejo Autonómico de Farmacéuticos de Extremadura (COEXFAR) a replantearse una modificación del mapa farmacéutico extremeño. Las medidas irían desde el cierre de las que sean menos rentables, la adscripción de un despacho de farmacia a varios municipios o que varios botiquines de distintos poblados dependan de un profesional que preste sus servicios. El subdirector de farmacia del SES, José Luis Sánchez Chorro, decía que ante la falta de beneficio «a lo mejor hay que emprender alguna remodelación o juntar varias poblaciones». El presidente del Colegio Farmacéutico de Extremadura, Cecilio Venegas, iba más allá y reconoció que en la situación económica actual «es evidente que no se puede tener de todo en todos los sitios, y tal vez esas pequeñísimas farmacias se sostengan a partir del botiquín del pueblo de al lado».
Hasta que el ejecutivo autonómico y COEXFAR tomen una determinación, la Junta cuenta con 150.000 euros al año para socorrer a aquellos locales a los que no les salen los números a final de mes.

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