A menudo hablamos de la necesidad de una adaptación de la farmacia a las nuevas tecnologías, como Internet, las redes sociales o los dispositivos móviles. Sin embargo, existen otras adaptaciones tecnológicas fuera del mundo virtual que, a pesar de tener una inversión considerablemente superior, pueden facilitar el trabajo y éxito de una farmacia, mejorando su rendimiento y relación con el paciente. Nos referimos a la robotización de la farmacia.
Se acerca el verano y muchas oficinas de farmacia deben decidir si permanecen abiertas o no durante los meses estivales. ¿Qué deben tener en cuenta para tomar esta decisión?
Una de las «armas» de comunicación más poderosas que tiene la oficina de farmacia como retailer es sin duda su superficie de venta, ya que se activa en el momento último del proceso de compra. Su gran ventaja es la capacidad de influir en las decisiones de los clientes que se encuentran en el punto de venta, sin que pase un tiempo indeterminado entre el impacto y la compra (como es el caso de otras herramientas de comunicación comercial como la TV), reforzando la oferta y evitando un «impacto» por parte de nuestra competencia.
El objetivo empresarial de la farmacia es alcanzar la máxima rentabilidad, y para ello debe saber cómo seleccionar el surtido, exponerlo y almacenarlo. Controlar el proceso desde su inicio, realizando el pedido, hasta que se cierra el ciclo con la recepción de facturas.
La consultoría Mediformplus organiza, con la colaboración de Diafarm y Aspime, Mediform Experience, una jornada de gestión empresarial en la que se explicará a los titulares de farmacia cómo pueden llevar su negocio hacia un modelo rentable, aumentando la facturación en venta libre.
El cliente es el protagonista de la empresa, su razón de ser. Por ello debemos conocer su perfil y necesidades, con el fin de poder dar respuesta a estas y aconsejar o proponer en relación concreta a su perfil.