Hace dos años rescaté estos versos de Benedetti para hablarles de Italia. 730 días después, tristemente, no necesito excusa para ir hasta allí. Hace unas semanas (dependerá de cuando lean esto) la tierra volvió a moverse debajo de nuestros vecinos y el goteo de muertos ha llegado casi hasta los 300.
La vida de un estudiante está marcada (entre otras cosas) por los profesores que se va cruzando en el camino. Unos son buenos, otros menos, mejores, y muy pocos excelentes (y alguno malo también, que tiene que haber de todo).
A poco que tuviesen ustedes que superar la asignatura de Literatura en el colegio (con tantas reformas educativas uno ya no sabe bien qué se ha suprimido y qué no) podrán intuir a dónde vamos a ir, gracias a ese velero bergantín (hermosa palabra) que veía Asia, a un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambul.