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  • Homologación de las farmacias para la realización de prácticas tuteladas

Las prácticas tuteladas forman parte de uno de los módulos que componen el Grado en Farmacia, poseen carácter troncal y una carga de trabajo del alumno de 30 créditos ECTS (incluyendo el trabajo de fin de grado), lo que equivale a una estancia de 6 meses en uno de los centros receptores para su realización (oficina de farmacia o servicio de farmacia hospitalaria).     

Su contenido pretende capacitar al alumno en todos los aspectos relacionados con las actividades profesionales que se desarrollan habitualmente en la farmacia comunitaria o de hospital.

La selección de los centros receptores de alumnos debería realizarse entre los centros que superen unos criterios de homologación, de acuerdo con unos estándares de calidad previamente establecidos, por los que se reconozca la capacidad de dichos centros para impartir prácticas tuteladas. De esta forma se garantizaría a los alumnos la realización de unas prácticas de calidad independientemente del centro en las que se lleven a cabo.

La experiencia de los últimos años, en muchas facultades, demuestra que el nivel de muchos centros en los que se desarrollan estas prácticas es claramente insuficiente para la adquisición de competencias que se espera alcancen los/las alumnos/as.

Teniendo en cuenta el nuevo enfoque profesional del farmacéutico, orientado especialmente a satisfacer las necesidades del paciente en lo relativo a su medicación, durante el periodo de prácticas tuteladas se debería primar la formación basada en las actividades relacionadas con la atención farmacéutica:

• se debe incidir en la práctica de la dispensación activa o informada a los pacientes.

• en la resolución de consultas de indicación farmacéutica en los trastornos menores, así como

• en la adquisición de habilidades para realizar un control de la farmacoterapia o seguimiento farmacoterapéutico en los pacientes (particularmente en los crónicos).

Para ello, los tutores o instructores de los centros receptores deben acreditar que poseen la formación suficiente en este ámbito, así como un mínimo de experiencia práctica en atención farmacéutica.

Por otra parte, los centros deben supervisarse periódicamente con el fin de comprobar que cumplen los requisitos exigidos en la homologación, y ser evaluados con objeto de renovar la misma.

La Comisión Mixta de cada Facultad debe adoptar un papel activo en este sentido y establecer las medidas para garantizar la calidad necesaria de este periodo decisivo en la formación de los alumnos.

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