Ángel Húelamo.
Ángel Huélamo.

Ángel Huélamo, director de Farmaceuticos sin Fronteras, nos explica el funcionamiento de esta entidad farmacéutica formada hace 25 años por 18 farmacéuticos y dedicada a «prestar asistencia sanitaria a todas aquellas poblaciones, tanto en España como en países en vías de desarrollo, que sufren las consecuencias de la pobreza en su salud.

¿Cuánta gente integra la ONG? ¿Cómo es su funcionamiento?
La ONG tiene una base social de aproximadamente dos mil personas, entre asociados y gente que colabora periódicamente en las campañas de la organización. Es una asociación, por lo que tenemos un funcionamiento asambleario, hay una junta directiva formada por 10 miembros elegidos entre los asociados, y tiene una parte técnica integrada por 15-20 personas. Funcionamos como cualquier asamblea, tenemos la categoría de ONG y estamos inscritos en la Agencia Española de Cooperación para poder desarrollar proyectos a escala internacional.

¿Qué proyectos se están llevando a cabo en estos momentos?
Farmacéuticos sin Fronteras tiene dos grandes tipos de proyectos. Por un lado, los proyectos propios y permanentes, entre los que destaca el Banco de Medicamentos, desde donde gestionamos todo tipo de donaciones; tenemos también el proyecto Boticarios, que es un proyecto mixto de formación y asistencia técnica en el terreno, en el que anualmente se desarrolla un curso de 9 meses de formación y luego hay una media de 15-20 asistencias técnicas en 19 países. Y, por otro lado, tenemos la parte de cooperación y acción social, que depende más de donaciones, subvenciones y acuerdos con empresas. Este año vamos a estar trabajando en Nepal, en El Salvador, en la República Dominicana y en Ecuador.

Farmacéuticos Sin Fronteras está presente allí donde se requiere y haya situaciones de emergencia humanitarias. ¿Cómo se pone en marcha el mecanismo de acción en estas situaciones?
Tenemos un mecanismo bastante definido con capacidad para una primera rápida intervención. Nuestro trabajo consiste en una primera fase de apoyo a determinadas entidades para que, una vez han identificado las necesidades que hay en materia de medicamentos y de material sanitario, podamos hacer una primera donación de medicamentos. Luego viene la segunda fase, en la que distinguimos si tenemos o no presencia en el país, y en función de eso se definen las diferentes acciones.

¿Cuál es el papel del farmacéutico comunitario en las campañas de sensibilización?
Estratégicamente, la oficina de farmacia tiene un papel fundamental, ya que las 22.000 farmacias sirven para llegar a cualquier persona en este país, y es un punto que debemos tener en cuenta para cualquier campaña que queramos difundir. Cada oficina de farmacia es un altavoz para llegar a la población.

¿Cómo funciona el Banco de Medicamentos?
Nace en 2006 ante dos tipos de necesidades: por las donaciones de fármacos que nos ofrece la industria de forma masiva, y por las ONG que se acercaban a nosotros a solicitar medicamentos. A partir de ahí, hacemos un trabajo en red, en el que colaboramos con la industria en la gestión de estas donaciones. Nosotros somos la parte más social, experta en la cooperación al desarrollo, y la industria confía en nosotros y en nuestro criterio de distribución de estas donaciones. A su vez, hay unas cien ONG que nos solicitan medicamentos, y los donamos para sus proyectos.

Destacados

Lo más leído